El Jardín de Berta es un jardín familiar, que se convierte cada verano en un espacio cultural de iniciativa privada. Es espectacular, pero sencillo a la vez y continúa contribuyendo con la cultura de Jerez desde hace casi veinte años, nos alivia del sofocante calor en plenas olas del cambio climático mientras acerca su esencia cultural y lúdica a todos los públicos.
No puedo dejar de nombrar a Nati Montaño, de La Luna Nueva entrañable librera, amante de la cultura, de familia vinculada al libro y a la asociación cultural El Jardín de Berta, que nos abre su casa en este jardín, e igualmente La Gotera de Lazotea, gestores de teatro y grupo de títeres con más de cuarenta años de experiencia artística, ha participado en numerosos festivales y ferias de arte en España y en el extranjero.
Allí en este jardín, he tenido a lo largo de los años, la dicha de disfrutar presentaciones de libros de escritores relevantes, como por ejemplo Luis García Montero y Almudena Grandes, así mismo a otros tantos poetas y artistas que ocuparían mucho espacio el nombrarlos a todos. Pude compartir allí, el elixir de la tierra, haciéndonos próximos unos y otros en un brindis cultural incluso sin hablar el mismo idioma.
Poetas de la tierra como Josefa Parra, directora de la Fundación Caballero Bonald, ha colaborado siempre con la aportación cultural de presentaciones de libros y más... No puedo dejar de mencionar a poetas jerezanos como José Mateos, Mauricio Gil Cano, y al sevillano Manuel Bernal Romero, escritor, profesor e investigador con su extraordinario libro de los orígenes del Flamenco.
Ellos se mostraron cercanos para presentar tanto su obra como para apadrinar a otros que iniciaban el vuelo por las letras. Me extendería mucho para plasmar en pocas palabras la cantidad y calidad de las personas que están tras esta programación y gestión, que tan solo fue mermada en pandemia al disminuir los aforos.
A lo largo de esta acabada temporada de verano 2025, hemos podido disfrutar de obras de teatro impresionantes como Las criadas de Jean Genet “adaptación”, obra de difícil interpretación y que el grupo de teatro Mediazuela realizo magistralmente.
Desde hace años he disfrutado de la cultura y diversión excelente en este espacio, brindando en muchas ocasiones con vinos de la tierra. Quiero resaltar también el exquisito trato con las personas que como yo tenemos problemas de movilidad o son mayores, pudiendo acceder y salir por una zona adaptada.
El pasado viernes, este entrañable espacio cultural, puso un broche de oro en su escenario veraniego con un mensaje de aromas de jazmín, limón y esencias orientales, fusionadas a través de la creación musical de Camilo, cabeza de una preciosa familia artista donde las haya. Mektub es su nombre artístico y yo tuve el placer de conocer el trabajo y la trayectoria profesional de Camilo y Puri su mujer, he vivido con cercanía como sus hijos han mamado el arte desde la cuna, pude disfrutar de la participación de Camilo en algún evento que yo organicé cuando estaba en activo, y escucharle en la calle donde le conocí y arrancarme a bailar con su penetrable arte a la guitarra es inolvidable.
Aquel día, al conocerle, me habló de Puri, su mujer, bailaora, que acababa de dar a luz a Calisara su preciosa hija que hoy en día con su voz completa el cuadro artístico.
El pasado viernes fue emocionante para mí el poder escucharle y ver como el hijo de Camilo, que yo conocí de niño, dominaba, increíblemente, varios instrumentos de cuerda con un ritmo y destreza espectaculares.
Es el resultado de muchas horas de trabajo me decía su padre el viernes cuando le felicite por la actuación de su hijo, pero añadiría que es también el ingrediente de llevar en la sangre el arraigo creativo, y el mantener con su ejemplar responsabilidad, educación y amor, a una familia como pocas hay hoy en día. Es el trabajo de Puri, gitana extremeña, y Camilo cuyo amor y respeto mutuo han impregnado a sus hijos.
Camilo padre, en una impresionante descriptiva del viaje del pueblo gitano desde la India pasando por Irán, inspirado por recuerdos e historias de sus ancestros, creó una composición musical, que nos llevó el viernes con su música a esos años y lugares.
Como consta en esta presentación documentada, de la actuación del último día de la temporada en El jardín de Berta: la música gitana es mucho más que melodías y ritmos. En cada nota vive el eco de los caminos recorridos, de las historias contadas al calor del fuego, del dolor y la alegría de un pueblo que ha sabido transformar la vida en arte.
Camilo plasma en su música el origen argelino y francés de sus abuelos. Camilo, siguiendo la trayectoria del pueblo gitano, igualmente sabe transformar su vida, que es su familia, en arte.
Los instrumentos que escuchamos en la noche del pasado viernes, nos hablaron en leguas antiguas como el oud árabe interpretado por Camilo padre, y el sarod hindú; y el bouzuqui griego, el saz turco, y el buzuk sirio interpretado por Camilo hijo, con ello fusionaron las fronteras y nos abrieron la imaginación de los sentidos, por viajes de aromas que llegan a Andalucía y reposan de ese viaje, con el excelente rasgueo de la guitarra española que tanto ama Camilo y que nos ubica como nadie en Jerez, dando un magistral broche de oro con la interpretación de la música del maestro Paco de Lucía que según nuestro Camilo, fue el responsable de su amor por el flamenco.
