“No nos metamos en eso”, dijo Rajoy hace unos días cuando le preguntaron por si una ley debería regular la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres. ¿Entonces dónde nos metemos? Comentó que como lo de igualar los salarios de ambos sexos no es competencia suya, prefería callar. Y el que calla otorga. Con lo fácil que hubiera sido decir que un hombre y una mujer deberían cobrar lo mismo si ocupan el mismo puesto. Porque esa no debería ser una opinión. Debería ser un hecho incuestionable. Pues ni haciendo hincapié en la pregunta Mariano se dignó a responder. El principal problema es que existen muchos ‘Marianos’. Y también ‘Marianas’. El mismo día en el que el presidente pronunció la dichosa frase, Cristina Pedroche denunció la brecha salarial.
Y por defender que las mujeres y los hombres deberían percibir el mismo salario recibió aún más críticas que las que se llevó el presidente del Gobierno. Y todo porque ella es una de las mujeres que no sufren el problema. “¿Qué dice Pedroche de brecha salarial si ella cobró más que Chicote en las campanadas?”, fue una cuestión muy repetida en las redes sociales. Seguro que si Chicote hubiese cobrado más que ella solo por ser hombre a muchos les habría parecido bien. Esto demuestra que el problema va mucho más allá del sueldo. El problema es en gran parte el pensamiento de la sociedad. Tanto de hombres como de mujeres. Lo que deberíamos hacer es alegrarnos de que una entre muchas rompa la regla y dejar a un lado las envidias. Y si además ella denuncia la situación aunque no le afecte, agradezcámoslo.
Aprovechando que es el mes de las entregas de premios cinematográficos tomo como ejemplo para reflejar lo que está ocurriendo una de las galas en las que se reconoce el trabajo de los profesionales del mundo del cine. Un sector en el que las diferencias se ven muy claras. Hace unos días se celebró la gala de los premios Feroz. La ceremonia estuvo presentada por el actor Julián López. Sin embargo los premios fueron entregados solo por mujeres. Se suponía que esta era una forma de reivindicar la aportación femenina al cine español. Pero ojo. Por presentar la gala se cobra. Por entregar los premios no. Si lo que querían era vendernos la filosofía de la importancia de la mujer en el mundo laboral a través de este evento, ¿por qué en las galas no le otorgan a las actrices la parte del trabajo que está remunerada?
Otro ejemplo está en los nominados y premiados. Más de lo mismo. Más hombres que mujeres. Porque lamentablemente todavía se ve mal que una mujer dirija una película, que ocupe puestos técnicos de relevancia o que una cinta esté protagonizada exclusivamente por actrices. Menos mal que existen categorías exclusivamente femeninas en las que el trabajo de las profesionales del ámbito cinematográfico obtienen su merecido reconocimiento. En los Feroz las actrices que entregaron los premios aprovecharon la oportunidad para denunciar desigualdades como que las mujeres, a medida que cumplen años o sufren cambios físicos, ya no reciben llamadas para trabajar.
Todo esto se puede extrapolar a cualquier ámbito laboral. La brecha salarial, la contratación de más hombres que mujeres o el valorarlas a ellas por su aspecto físico, por su edad o por su vida personal más que por sus conocimientos continúan a la orden del día. El sábado se celebra la gala de los Goya, que por cierto estará presentada por dos hombres. No nos quedemos solo con los vestidos que lucen las que pasen por la alfombra roja. Fijémonos también en los modelitos de ellos. Escuchemos lo que ellas tienen que decir sobre el escenario. Y aplaudamos fuerte cada vez que una mujer suba a recoger un premio. Ellas serán un reflejo de todas las que en alguna ocasión hemos visto cómo nuestro trabajo no se ha valorado lo suficiente ni se ha visto recompensado económicamente por ser mujeres.
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