Baby Yoda, en una escena de 'The Mandalorian'.
Baby Yoda, en una escena de 'The Mandalorian'.

Este viernes se estrena el último capítulo de la segunda temporada de The Mandalorian. Hasta ahora, la serie no defrauda. Acción de infarto sin censura, la vuelta de personajes icónicos del universo Star Wars… Pero quizás lo mejor sea que recupera la esencia del concepto original de la saga. Mete en una batidora: un western, una película de samuráis, una bélica, religiones orientales, el camino del héroe y ciencia ficción en rama, y te saldrá una buena peli (o serie) de Star Wars.

The Mandalorian recupera ese concepto original, que en mi opinión se ha ido perdiendo en las sucesivas películas. En este sentido, llega un momento en el que el episodio IX sienta como un escupitajo en la cara. Lo peor fue que armaran casi que una estrella de la muerte portátil en cada crucero estelar, lo que deja al concepto original de la estrella de la muerte a la altura de la mierda. Esta última trilogía supuso muchas decepciones entre escenas lamentables, una trama que dejaba muchísimo de desear y reintroducir los súper clanes familiares justo después de haber pluralizado el concepto de la fuerza.

La película sobre Han Solo tampoco estuvo a la altura. Puede que Disney haya afinado la puntería y reorientado su estrategia. Una película de Star Wars es un acontecimiento especial, como los mundiales de futbol o las olimpiadas. Si sacas una cada año y cada vez peor estás dinamitando esa especialidad. Sin embargo, si en vez de películas son series, no se satura al espectador ni hay grandes choques de expectativas.

Aparte, las series poseen una gran ventaja sobre las películas y es que son muchísimo más rentables. Aunque no se cuente con la recaudación de la taquilla, se compensa con creces por las ventas de merchandising, que se sostienen en altos niveles durante todo el tiempo que dura la serie. El merchandising no tiene límites, desde clínex de Star Wars hasta pulseras de Pandora. Así, no es de extrañar que Disney acabe de anunciar otras diez series para los próximos dos años.

En estos momentos, el gran protagonista de las ventas es El Niño, rebautizado como Grogu, y popularmente conocido como Baby Yoda. Es curioso como hasta en los anuncios de juguetes aparece nombrado como baby Yoda. Este pequeñajo acabará de una forma u otra debajo de cada árbol de navidad, en forma de bolsa de tela, de zapatillas, camisetas, joyas y por supuesto figuras. Su versión animatrónica está agotada en todas las tiendas. Comentando esto mismo en Player Versus Player, me dijeron que los que trajeron duraron menos que un cubito de hielo en agosto. Baby Yoda ha superado en ventas a las tres monerías de la última trilogía juntas: BB-8, los Porgs y D-0.

No parece casualidad que le temporada vaya a terminar justo en navidades. Este viernes veremos como se resuelve el asunto. Se sabe ya que habrá mínimo otra temporada más. Espero que no quieran alargar la serie más de lo que la trama puede dar de sí con tal de vender más merchandising. A saber.

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