Andalucía, una realidad infinita

El futuro de Andalucía no es tan dorado. Toca pensar en clave nacional. ¿La Comunidad Autónoma de Andalucía tiene influencia en los asuntos centrales de España?

El interior de la mezquita del Alcázar, en una imagen de archivo. Andalucía, una realidad infinita.
El interior de la mezquita del Alcázar, en una imagen de archivo. Andalucía, una realidad infinita. MANU GARCÍA

El 28 de febrero está aquí. Los niños ya han degustado el desayuno de toda la vida -pan con aceite- en los colegios. El Himno de Andalucía, interpretado por los Amigos de Gines, suena en todas las Administraciones durante estos días y Manuel Alejandro y Alejandro Sanz recogerán su merecido reconocimiento como Hijos Predilectos. Sin embargo, Andalucía es algo más que un simple territorio con ocho provincias o una identidad cultural diferenciada, sino que se trata de una realidad infinita.

Desde Ayamonte hasta Pulpí, la luz y el color invitan a la creación y nos hermanan con la reflexión. Andalucía es la casa en la que caben los versos quevedianos de Joaquín Sabina, la nueva filosofía de Emilio Lledó, las terapias de medicina fetal de Guillermo Antiñolo, el coraje interpretativo de María Galiana, los fundamentos del debate de Séneca o la improvisación de María Peláez. En definitiva, el arte de buscarnos las habichuelas va en nuestro ADN.

¿Y dónde se queda nuestro patrimonio? Un pueblo que ha acogido a todas las civilizaciones ha concentrado auténticos tesoros culturales. La Alhambra de Granada, los Dólmenes de Antequera o el Alcázar de Jerez son un buen ejemplo de espacios que nos permiten indagar en historias ricas y remotas.

Sin embargo, el futuro de Andalucía no es tan dorado. Toca pensar en clave nacional. ¿La Comunidad Autónoma de Andalucía tiene influencia en los asuntos centrales de España? Ni mucho menos se trata de las noticias de prensa ni las encuestas demoscópicas. Es el debate público, y por el momento Andalucía está perdiendo el relato.

El listado de proyectos e infraestructuras sigue estancado. ¿Se hará el corredor ferroviario desde Algeciras, ya sea el central y el mediterráneo o los dos? ¿Málaga acogerá la Expo de 2027? ¿Los centros educativos huirán de las caracolas y las aulas prefabricadas? ¿Contaremos con centros sanitarios públicos de referencia y bien dotados desde el punto de vista humano y material? Tantos interrogantes con el mismo denominador común: el silencio y la indiferencia.

¿Qué podemos hacer? Los andaluces tenemos que creer en nuestra grandeza. Un pueblo con autoestima sólo puede crecer a todos los niveles. En definitiva, llegan tiempos en los que hay que alzar la voz  sin perder ni un ápice de diálogo y capacidad de reflexión. ¿La mejor solución? El cantante Silvio nos la regaló: avanti con la guaracha.

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