El legendario grupo Rolling Stones sobre el escenario del festival Altamont.
El legendario grupo Rolling Stones sobre el escenario del festival Altamont.

Este año se ha celebrado el 50 aniversario del festival Woodstock por todo lo alto. A pesar de que el festival tuvo numerosos fallos de organización y abastecimiento, así como que cayó el diluvio universal y todo aquello quedó embarrado, se guarda muy buen recuerdo del mismo. Las actuaciones de Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jefferson Airplane, Santana o Joe Cocker han pasado a la historia, al igual que la masiva asistencia y el ambiente de paz y amor. Por ello, este verano la prensa quiso darle un hueco a este aniversario. Destaca la serie de podcasts de Rock FM, galardonada este año con el premio Ondas, Woodstock: 50 años del festival que cambió el mundo. Personalmente recomiendo de ella solo el primer y el cuarto episodio, que hablan de la organización y del desarrollo del festival respectivamente. Sin embargo, hoy no vengo a hablar de Woodstock, sino de la otra cara de la moneda. Este viernes 6 de diciembre se cumplen 50 años del Altamont Speedway Free Festival. Dudo que tenga la misma cobertura en los medios debido a que todavía se intentan olvidar los trágicos hechos acontecidos, que suponen el fin simbólico de una era.

El festival de Altamont fue organizado por los Rolling Stones, que no fueron invitados a Woodstock por dos razones. En primer lugar, ya por aquel entonces los Rolling Stones eran una de las bandas más caras del panorama y el presupuesto de Woodstock era limitado. En segundo lugar, se pensó que su repertorio con algunas pinceladas de violencia y misoginia no cuadraba con el espíritu del festival. Parece ser que los Rolling se quedaron con la espinita y quisieron quitársela con un festival gratuito dentro de su gira norteamericana de 1969. Era la primera vez en algunos años que volvían al país, ya que Brian Jones tenía vetada la entrada. Pero por aquel entonces, Brian ya había fallecido en extrañas circunstancias después de haber sido expulsado de la banda.

La organización del festival fue incluso peor que la de Woodstock. Hasta dos días antes no se supo el sitio exacto. No había baños ni enfermería y el escenario no tenía mucho más de un metro de alto. Para la seguridad del festival, los Rolling Stones contrataron al club motero Hells Angels, los ángeles del infierno. En un intento de igualar a Woodstock, únicamente asistieron 300.000 personas. Antes de tocar los Rolling Stones el festival contó con las actuaciones de Santana, Jefferson Airplane, The Flying Burrito Brothers y Crosby, Stills, Nash and Young. En un principio Greatful Dead iba a participar, pero se negaron a tocar en el último momento cuando vieron el mal ambiente del festival.

Lo que caracterizó a este festival fue su ambiente violento, que acabó en tragedia. Existe un disco pirata que recoge los momentos más importantes del directo de los Rolling Stones, toda una pieza de coleccionista. Recibe el nombre de No existe ángel nacido en el infierno. Aparte de unos solos increíbles fruto de la compenetración de Keith Richards con Mick Taylor, el disco plasma a la perfección el ambiente y el momento. Se puede escuchar perfectamente los disturbios de fondo. Recoge como se tuvo que interrumpir la interpretación de Sympathy for the devil a causa de los disturbios. Se escucha a Mick Jagger llamando a la calma. Hermanos y hermanas, paz o no seguiremos tocando. Finalmente, después de Under my thumb se escuchan los gritos de una mujer. Se trata del momento en que un miembro del cordón de seguridad del escenario apuñala, en defensa propia, al joven afroamericano Meredith Hunter cuando después de un roce este le enseña un revólver.

La muerte de Hunter impactó seriamente a los Rolling Stones, hasta el punto de no volver a tocar Sympathy for the devil en varios años. Este festival fue la gota que colmó el vaso. Se suma así a los asesinatos de la familia Manson o los problemas de seguridad ciudadana que ocasionaban los hippies vagabundos que no tenían futuro en el medio plazo. Con el tiempo hemos idealizado mucho a los hippies, pero durante los años de la subcultura había dentro personas de todo tipo. En los dos años siguientes, las muertes de Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison, y la disolución de los Beatles terminaron de descabezar un movimiento que ya de por sí no tenía una base sólida. Quizás las palabras que mejor sintetizan el final del movimiento hippie debido a su inconsistencia sea el monologo final de la película Miedo y Asco en las Vegas (1998), protagonizada por Johnny Depp y Benicio del Toro.

Aun así, el cine de época también nos ofrece un muy buen reflejo del ambiente de los últimos años de la contracultura y de su caída. Los asesinatos de Easy Rider (1969) es un reflejo del miedo y odio que se le tenía a los hippies en la época. Por mucho que pensemos en grandes festivales los hippies solo suponían el 0,2% de la población de un país que en muchas zonas es fundamentalmente rural. Más simbólica aun es Harry el Sucio (1971). Fuera de su trama policiaca, la escenografía y el vestuario nos muestra el ambiente de la ciudad que fue en su tiempo la cuna del movimiento hippie, San Francisco. Se puede contemplar la decadencia y el final de unos ideales preciosos cuando chocan con la dura realidad. Es curioso que incluso el antagonista de la película, el asesino en serie Scorpio, lleva un símbolo hippie amorfo, posiblemente artesanal, como hebilla del cinturón.

El estrellato de los hippies fue realmente corto. Desde el verano del amor en 1967 a Altamont en 1969 solo trascurren tres años. Se sabe que las estrellas más grandes son las que primero se consumen, pero son las que más luz producen. Puede que recordemos la luz del movimiento hippie, pero no podemos olvidarnos de su oscuridad intrínseca. El ying y el yang. Los hippies, término que entonces era despectivo, fueron cayendo poco a poco y dejaron un vacío que con los años fue cubierto por otras corrientes que tuvieron también su estrellato fugaz. Pero eso es otra historia, sorprendentemente con más drogas aún y peores.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído