En estos últimos días, la ultraderecha y sus adeptos han protagonizado distintos sucesos, esperpénticos e incluso de mal gusto si no se abordan con humor, que por supuesto, han sido carne de viralización. Por consenso en redes, la mayoría de los hechos sobrepasa la línea del fasci italiani, y alguno llega a la escuela del pequeño Adolf. De esta forma, se pueden sacar varias conclusiones.
El corte de 10 segundos de la manifestación en la puerta de Ferraz tras el anuncio del estado de alarma en Madrid ha sido la gran estrella. Esa pobre reportera que tiene que aguantar que un neandertal le grite: “Puta demócrata de mierda. Viva Hitler, viva Hitler”. Pero ojo a como se tapa la cara con la cartulina que lleva, ya que sabe que de conocerse su identidad le va a caer la más grande por ambos lados de la ley.
La reacción en masa era de esperar. A las cosas hay que llamarlas por su nombre, y si eres un nazi se dice. Es una etiqueta repulsiva que va haciendo falta para que la popularidad de la extrema derecha se vea afectada. Muy pocas personas en su sano juicio quieren identificarse con los nazis, ni verse representados por ellos, por lo que repele. Como dice Stormfront en el final de esta última temporada de The Boys “A la gente le fascina mi mensaje, comparten mis ideas. Pero no les gusta la palabra nazi, solo eso.”
El despectivo nazi es completamente necesario, ya que el término facha ha sido completamente apropiado, se dice hasta con orgullo. Así lo demuestran los TikTok de las niñas pijas de Vox o el reciente clip Antes facha que chavista, que utiliza la base de Antes muerta que sencilla de María Isabel. Desde aquí, chapó a María Isabel por poner el asunto en conocimiento de la SGAE.
Pero la principal razón para calificar a la extrema derecha de nazi es que se comportan como tal. El ataque a la estatua de Largo Caballero es un acto despreciable. Pero más despreciable es aún amenazar al ministro Ábalos cuando condenó los hechos. "Derogad la Memoria Histórica. Primer aviso" No habrá segundo aviso porque antes de eso ya está ilegalizado el partido.
Se ve que este país está plagado de gente que no entendió bien el final de American History X. Puede que en el congreso de los diputados haya aproximadamente 52 de estos. No sé que se habrán pensado con la moción de censura para dentro de semana y media. A ver si se les rompe todas las ilusiones y expectativas cuando les dejen en ridículo en el debate de su moción. Cuando pase, gritaré: viva la democracia, viva la democracia.
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