Una persona, recogiendo los excrementos de su perro.
Una persona, recogiendo los excrementos de su perro.

Se dice con frecuencia que la realidad siempre supera a la ficción. La propuesta municipal de efectuar análisis del ADN de las cacas de los perros para multar a los dueños que no las recogen de la vía pública en principio parecería ir por ahí. No he leído nada parecido en Huxley u Orwell, tampoco en Dick, Bradbury o Asimov, o en series de tv como el CSI o así, pero al parecer la localidad valenciana de Xátiva (30.000 habitantes) ha puesto en marcha una medida similar. Bien, se puede estar de acuerdo o no con la propuesta, pero lo cierto es que no se puede discutir que José Antonio Díaz, el responsable de Medio Ambiente y formulador de la propuesta, se descubre como un soñador de la tecnología, un pionero que pretende poner fin así a este problema de incivismo.

Está claro que en un municipio como el de Jerez, con una gran zona rural, sería un trabajo ingente, ya que habría que elaborar previamente un censo en que se recojan todos los datos del perro más allá del chip (incluido ya el ADN, claro, la huella genética, porque habría que cotejarlo en los análisis de las heces). De todos los perros de Jerez, insisto.

En los comentarios de la noticia veo que a algunos lectores de lavozdelsur.es tampoco les ha gustado que para una vez que se habla de animales de compañía en el Ayuntamiento –sin que sirva como insulto, claro está- sea para anunciar medidas represivas y no en contra del abandono o del maltrato.

Total, que me daba que el tema este, que según Díaz está en fase de estudio para su viabilidad jurídica y práctica, se iba a quedar finalmente en ocurrencia, aunque cuando estoy a punto de poner el punto final al artículo y despacharlo leo en internet que una ciudad realmente grande como es Málaga va totalmente en serio con este tema, que tiene un calendario para su puesta en marcha ya en 2016 y que incluso piensa sancionar con 500 euros a los propietarios que no acudan a realizar la prueba de extracción de sangre para fijar el ADN de su perro que, por cierto, vale 35 euros, así que ser, lo que se dice ser, es una propuesta perfectamente viable…

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