Tal día como hoy, el 8 de diciembre de 1980, da lugar una de las peores tragedias de la historia de la música. John Lennon es asesinado a la entrada del edificio donde residía. Lo que no es tan conocido es que Mark David Chapman, en su afán por matar a un famoso, tenía en mente una lista con 50 posibles víctimas. De no haber aparecido John por la puerta de su casa aquella noche, no se hubiera evitado la tragedia, sino que hubiese cambiado de protagonista. Para el día siguiente, Chapman tenía entradas del musical en el que estaba actuando Bowie, y el eco de los cinco tiros habría resonado por todo Broadway.
El hecho hizo que el mundo entrara en conmoción, marcando a mucha gente. Incluso generó miedo. Keith Richards reconoce que después de aquello estuvo llevando encima un revólver durante algunos años. A sus 40 años, a Lennon todavía le quedaba una carrera prometedora. Después de cinco años de retiro que dedicó a criar a su hijo Sean, volvió al estudio. Demostró en el Double Fantasy que seguía teniendo su magia, al igual que en las canciones sin terminar que se publicaron más tarde en el póstumo Milk and Honey y en la Antología de los Beatles.
Pero ¿cómo era John Lennon? A pesar de lo que se pueda pensar por su activismo político, John Lennon era una persona tranquila. Una periodista lo llegó a calificar en su tiempo como el hombre más vago de toda Inglaterra, algo que se refleja en sus canciones con los Beatles. En este sentido, I’m Only Sleeping era toda una declaración de intenciones. No salía de casa si se lo podía permitir, encontrando aún así en su entorno inspiración suficiente para sus canciones. Por ejemplo, un periódico fue el origen de A Day in The Life. Más obvio es que You know my name (look up the number) se basa en la portada de las páginas amarillas.
Otro rasgo característico de John era su pesimismo y un continuo estado depresivo, que también quedó retratado desde el inicio de su carrera en canciones como Help o I Don’t Want To Spoil The Party. Esto, combinado con el notable optimismo de McCartney, dio origen a grandes canciones mientras trabajaron juntos. Uno daba una capa de cal, y el otro la de arena, en canciones como We Can Work It Out.
Lo último que define la personalidad de John es que era más directo que un puñetazo cuando tenía que decir lo que pensaba. No le costaba mucho decir las cosas que le parecían una mierda si le pedían su opinión (o no). Tampoco le costaba mofarse. Todo esto se puede apreciar en la demo de Teddy Boy, que se encuentra en el tercer volumen de la Antología de los Beatles. John se mete con Paul y se mofa de él porque la canción le parece una mierda infantiloide.
Ahora, John Lennon también es celebre por haber protagonizado distintos episodios de maltrato. La peor parte se la llevaron su exmujer Cynthia y su hijo Julian. En la larga entrevista que John ofreció dos días antes de morir reconoció todos estos hechos y más. Argumentó así que una de las razones por las que luchó tanto por la paz fue para enmendarse de estos actos. Los últimos años de su vida pueden considerarse un intento de redención. Hay quién dice que por eso hizo un disco de versiones de clásicos de los años 50, para compensar lo capullo que fue en aquella época.
John Lennon estaba marcado por el abandono de su padre, el distanciamiento y muerte de su madre y más hechos traumáticos que forjaron una personalidad depresiva, insegura y más tarde con complejo de dios. Sin embargo, parece que al final de su vida consiguió salir de las tinieblas que lo habían tenido preso tanto tiempo. De ello hablan canciones como Free as a Bird o Real Love, pero como dijera alguna vez John, no hagas caso, son solo canciones.
Sus ideas, sus canciones y sus actos marcaron a toda una generación, haciendo ver que la paz es la mejor opción. Hizo a la gente pensar. Desde protestar en la cama hasta cartelería contra la guerra en Times Square, pasando por devolver la medalla de la Orden del Imperio Británico, utilizó la cobertura mediática de su figura para enseñar que otro mundo es posible.
Un genio musical, un vago, un depresivo, un maltratador, un idealista… Se puede hablar mucho sobre John Lennon, pero quizá la mejor definición de él la dio McCartney en una entrevista. Cuando después de años y años le preguntaron que quién había tenido más éxito después de la disolución de los Beatles respondió que, aunque le había ido bien, entre los dos John Lennon es una leyenda.
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