Cada vez que voy desde la rotonda hollywodiense de Vista Hermosa hasta la playa El Buzo, siento lo mismo. Me da rabia la ostentosidad de algunos, frente a la pobreza de muchos. Desde mi casa, en Jerez, tardo unos 20 minutos en coche en llegar a la costa portuense. Los billetes, "el taco", se palpan a medida que me voy acercando a la urbanización de Vista Hermosa, fundada como tal por los hermanos Osborne Vázquez durante el franquismo, en 1965.
Tras varias rotondas y dejar atrás el recinto ferial de El Puerto, me topo con El Centro Inglés, luego con el complejo comercial, y después, con casi 3 kilómetros de casas de lujo que durante dos tercios del año permanecen prácticamente vacías. Pero en total, son 26 kilómetros de calles con chalets: 456 son apartamentos y 220, bungalows, sin olvidar el club con piscina a pie de playa o el campo de golf.
No os voy a mentir, cada vez que iba a las playas de El Puerto con mis amigos me fijaba en esas casas de lujo, sobre todo en la belleza de algunas. Torres empedradas, ventanales con vidrios de colores, palmeras y grandes copas que dan buena sombra... Claro, ¿y quien no quiere tener una casita junto a la playa? La verdad, yo no. Siempre me pregunto: ¿qué necesidad hay?
¿A quién no le han preguntado qué es lo primero que haría si le tocase la lotería? Estoy segura de que muchos habrán escuchado —o contestado— las típicas respuestas: un barco, un coche de gama alta, cruzar el charco o una gran casa cerca de la playa. "No tenemos sueños baratos", decía un anuncio de La Primitiva. Y sinceramente, a mí me estresa pensar que los sueños de la mayoría de las personas sean eso: llegar a tocar el lujo. ¿Por qué estos suelen ser los sueños de los pobres?
España es el cuarto país más desigual de toda la Unión Europea. Según el último informe de Oxfam Intermón, en el 2017 aumentaron en 16.500 el número de hogares en los que no entraba ningún ingreso, alcanzando los 617.000 en España. Sin embargo, los ultramillonarios aumentaron en un 4% sus riquezas. La crisis financiera que comenzó en 2007 ha dejado los mayores índices de paro y pobreza en España en los años de democracia.
Según los últimos datos presentados a finales de 2017, en España casi 13 millones de personas se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, un total de 12.989.405. Habiendo un 30 % de la población infantil por debajo del umbral de pobreza. Y el último informe del INE destaca que los cinco municipios con mayor desempleo se encuentran en Andalucía. Cinco de los 15 primeros, en la provincia gaditana: La Línea, Sanlúcar, Jerez, Chiclana y Cádiz, una de las provincias más azotadas por el desempleo.
Andalucía es sinónimo de pobreza, paro, exclusión social... No obstante, cerca del mar, donde sopla el Levante, hay algunos vestigios de riqueza que solo acarician unos privilegiados. Un muro invisible separa la localidad portuense. A un lado, los ricos, al otro, los pobres que luchan contra la turistificación. Nos estamos cargando los bienes de emergencia. Mentira, llevamos permitiendo que unos pocos destruyan los bienes de emergencia desde hace una década y no nos hemos dado cuenta.
En los 90 la gente soñaba con comprarse un pisito en la costa. Hoy, ¿quien se cree que podrá llegar a ser un nuevo rico con la estructura de desigualdades sociales que hay instalada en nuestro país? Los ricos asfixian, explotan, no regalan sueños.
En España, donde se han llevado a cabo 188 desahucios al día en el segundo trimestre del 2018, existen oasis urbanísticos de lujo donde no faltan camas, agua, luz y una nevera llena, viviendas prácticamente deshabitadas. Tienen vida durante la época estival y el resto del año están vacías —a excepción de algunas que sí son primeras viviendas—. El El Puerto, Vista Hermosa son 1.660.000 metros cuadrados edificados donde reside la opulencia, mientras hay familias que no pegan ojo porque van a ser desahuciadas.
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