En la desenfrenada carrera hacia el 24 de mayo, la alcaldesa y candidata del Partido Popular, María José García-Pelayo, estira su agenda como si fuera chicle y redobla sus apariciones públicas para no dar por perdida ni una foto. Hace no tanto los políticos enfilaban la recta final de sus mandatos cortando cintas inaugurales por doquier, lo mismo daba un centro de día de mayores que una zona de juegos infantiles, lo mismo daba inaugurar un nudo semafórico que un monumento inclasificable en una rotonda. Lo importante era hacerse la foto tijera en mano.
Pese a que la experiencia demuestra que las obras públicas no son sinónimo de más respaldo en las urnas, más aun si, como en el caso de Jerez, hay 35.000 desempleados en la lista del paro y, por tanto, los problemas reales de la ciudadanía son otros, la alcaldable del PP no ha dudado en lanzarse compulsivamente a por la foto junto al jefe de obra de turno o junto al cemento todavía fresco. En un solo día de esta semana, Pelayo junto a otros miembros de su gobierno local, ha acudido a visitar las obras del último tramo por urbanizar de la antigua circunvalación -paralizadas desde finales del año pasado-, ha asistido a ver la culminación de los trabajos de rehabilitación en el polideportivo Acuña de La Plata, y se ha adentrado en el Palacio Riquelme del barrio de San Mateo, donde el Ayuntamiento va a destinar alrededor de un 2% del presupuesto que necesitaría para su consolidación y recuperación.
Luego estuvo en Riquelme. La visita parte de una obra de emergencia, muy básica, a la que apenas se dedica un importe de 85.704 euros, el 2% de los 4 millones de euros que requiere la rehabilitación del inmueble. Las obras, ha explicado el ejecutivo del PP, consisten en la limpieza y consolidación de elementos estructurales de los muros de carga originales. "El objetivo del Gobierno municipal es posteriormente asumir la rehabilitación del edificio con fondos europeos dentro del proyecto para la recuperación del centro histórico en el que está trabajando el gobierno local".
"Estamos apostando por el trabajo permanente y la actividad permanente en la ciudad, porque ha habido muchos años de abandono y de falta de mantenimiento y ahora estamos haciendo un esfuerzo de puesta a punto para que los ciudadanos puedan disfrutar de unos equipamientos de calidad", dijo Pelayo, y avanzó: "El reto es ir mejorando todas las instalaciones, y a partir de la semana que viene se comenzarán unas obras similares a estas en el Kiko Narváez". Ya saben, obras son amores, pero ¿siguen traduciéndose en votos?
