La Gata, un oasis de "orgullo andaluz" en Madrid

La peña andaluza Gata Cattana, nacida en la capital madrileña, recoge el testigo de las casas de Andalucía y de sus provincias para "adaptarlas a las nuevas expectativas y formas culturales de la juventud"

Gata Cattana, que da nombre a la peña andaluza nacida en Madrid, durante un concierto.

"Yo nunca fui ese tipo de princesa que se espera sentada a escuchar odas a su belleza. Yo era más una Teodora de Bizancio, que quebraba y administraba imperios con una palabra", dejó escrito en La Satine, uno de sus poemas, Ana Isabel García Llorente (Adamuz, Córdoba, 1991–2017), conocida artísticamente como Ana Sforza, o Gata Cattana, que se definía como "rapeadora de noche, poetisa de día y politóloga a ratos". Cuatro años después de su fallecimiento, también da nombre a una peña andaluza recién creada en Madrid. 

La peña andaluza La Gata quiere coger el testigo de las casas de Andalucía y de sus provincias para "adaptarlas a las nuevas expectativas y formas culturales de la juventud", explican sus impulsores. El rapero Haze, la cantaora Rocío Márquez, el profesor y activista Antonio Manuel Rodríguez, el cantautor Pepe Begines (No me pises que llevo chanclas), Antonio Arias (Lagartija Nick) o el autor de comparsas Jesús Bienvenido apoyan la iniciativa. Rodríguez, durante su presentación, celebró que la peña vincule “la conciencia de pueblo con sus necesidades y la reivindicación social”.

La peña andaluza La Gata, que inicia su andadura con 50 socios fundadores, rinde homenaje a la costumbre de las peñas flamencas de los pueblos andaluces de adoptar el nombre de un cantaor de referencia que las identifica. En este caso el de Gata Cattana, una rapera cordobesa falleció con apenas 26 años, aunque ya era una referente andalucista viviendo en Madrid.

"Fue faro feminista reivindicando la tradición de las madres y abuelas de Andalucía y atrajo todas las miradas del rap por la mezcla de folklore y vanguardia", describen desde la peña, que asegura que "si a las nativas madrileñas les llaman gatas, esta asociación es gata de pura cepa: quienes fundamos este proyecto nos hemos conocido en Madrid y es aquí donde queremos construir un trocito de Andalucía".

"La peña andaluza La Gata vuelve a la época en la que nuestros abuelos, que emigraron a Barcelona, Madrid, Alemania o Latinoamérica, se esforzaron en crear una red de Casas de Andalucía donde forjar redes de apoyo y mantener viva la cultura andaluza allá donde fueran", escriben los impulsores en la web. "Somos jóvenes —y no tan jóvenes— que un día vinimos de Andalucía a Madrid y aquí seguimos, ya sea por motivos de estudio o de trabajo o por haber formado ya nuestras familias en esta ciudad. Tenemos el cuerpo en Madrid pero nuestro corazón y nuestra cabeza a menudo siguen volviendo a Andalucía, donde cada día que pasa resurgen con más fuerza motivos para sentir orgullo de ser andaluces".

"La pandemia hace más difícil a todo el mundo el contacto con sus seres queridos, pero la preocupación por tu gente es mucho mayor cuando están a cientos de kilómetros y no a unas cuantas paradas de metro. La dificultad para encontrar una vivienda también es muy común, pero más aún para quienes no tendremos nunca la esperanza de heredar un piso en esta ciudad", agregan. "Nuestros problemas no se derivan sólo de venir de fuera, sino de venir concretamente desde Andalucía. Décadas, siglos de marginación cultural han construido estereotipos negativos asociados al habla, la cultura y el ser de Andalucía. Por eso tenemos que seguir soportando bromas de mal gusto y opiniones insultantes tanto en el espacio público como en la vida cotidiana".

La peña se construye como un lugar de encuentro "para discutir y remediar nuestros problemas y, sobre todo, para celebrar nuestro orgullo de ser quienes somos y enseñarle al mundo qué significa Andalucía". La actividad de la peña, que en sus comienzos estará obligada a ser virtual debido a la pandemia, viene a suplir, en parte, las visitas a los familiares y las celebraciones con los amigos de la infancia con otros proyectos de reivindicación y aprendizaje de la cultura andaluza.

"Andalucía es una tierra que ha visto cómo muchos de sus habitantes han tenido que emigrar a otros lugares para labrarse un futuro. Los 1,7 millones de  andaluces y andaluzas desplazados siempre se han llevado un pedazo de la región a sus destinos, algunas veces con su propia forma de ser y expresarse y otras compartiendo las costumbres y prácticas andaluzas con sus nuevas amistades y compañeros", recuerdan desde la peña, que quiere convertirse en "punto de apoyo en las necesidades y lugares de celebración cuando la ocasión lo merece".

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