Un trabajo duro
La lonja, el pescado, la plaza de abastos y sus clientes. Estas cuatro palabras resumen un día cualquiera en la vida de Enrique Pérez Angulo, jerezano de 45 años que, desde los 22 está al frente de la pescadería Ventura en El Puerto. En este puesto del mercado de la Concepción aprendió el oficio de la mano de Pedro Cairón García, hijo del fundador, Pedro Cairón Calatayud. Con esfuerzo y muchos madrugones, se ganó ser Quique el pescadero, el hombre que surte el rico patrimonio de la Bahía a muchísimas familias de la ciudad. Después de unas merecidas vacaciones, ya está al pie del cañón con las manos fresquitas y una sonrisa de oreja a oreja. “De vez en cuando hay que quitarse del jaleo del muelle, que es muy estresante”, dice este detallista que suele desconectar en su bicicleta. Fue en 1982 cuando su familia se mudó a El Puerto. Su padre, policía nacional, consiguió una plaza tras cuatro años en Vitoria y, desde entonces, ha crecido en este municipio donde recibe el cariño de una clientela fiel.
Ahora mismo, terminando el verano, todo el mundo quiere marisco, gambas blancas, langostinos. Procuro tener más variedad de frituras y para planchas, que a hora todo el mundo quiere tener cuerpos finos. Acedías, pijotas, salmonetes pequeños, que estamos en temporada, boquerones, chocos, calamares, pez espada, salmón, cazón. También tengo gambas arroceras para cocer, que nunca me pueden faltar. La lonja del puerto es una de las mejores lonjas que hay en la provincia de Cádiz e incluso en Andalucía porque es muy completa. Aparte de que hay entre 20 y 22 barcos que faenan diariamente, tenemos un merca, con acceso a pescado de toda España y de fuera, de Italia, Francia, Escocia, Noruega. Toda la provincia viene primero a comprar a El Puerto, tiene mucho para elegir.
Fue por casualidad. Terminé COU, hice selectividad, pero notaba que no me llamaba mucho la atención estudiar. Un verano decidí probar con unos amigos de mis padres y empecé a ganar dinero. Me iba, bien, me gustaba, el horario un poco malo, pero lo aceptaba. Poquito a poco empecé a comprar pescado, a familiarizarme. Empecé con 22 años en este puesto, primero de mozo de lonja. Yo no sabía coger pescado ni me sabía algunas especies.

Cuando entré, la plaza estaba viva. Ahora mismo está media muerta o casi muerta. Se mantiene porque hay algunas personas que suelen bajar e intentan seguir comprando en los pequeños comercios para que no se pierdan.
Sí, muchísima. Y gracias a Dios yo mantengo mi clientela, tengo una clientela buena que la quiero mucho, ellos me esperan. Pero ha bajado el 70% por muchos factores. Las personas mayores que venían van falleciendo y los jóvenes quieren la facilidad de una gran superficie que te lo da todo hecho y no calentarse la cabeza. No piensan en comprar un pescado y limpiarlo, intenta lo más fácil, por el tipo de trabajo que tienen, que les consume la vida.
"Los jóvenes no piensan en comprar un pescado y limpiarlo"
Por las cosas que tenemos que pagar, los alquileres, el IVA… Además, falta pescado, hay más demanda que oferta para los pescaderos. La regulación europea también es muy muy estricta. Son muchas cosas.

En mi caso se perderá. Yo no quiero para mis hijas lo que estoy viviendo porque es un trabajo duro. Te tienes que levantar a las 4 de la mañana todos los días sí o sí, hayas vendido bien o no hayas vendido. Siempre tienes que estar pendiente de lo que entra en lonja. Y si te equivocas, tu expones tu dinero. Tienes que descargar el pescado, comprar nieve, atender a las personas y tener agrado y ahora nadie quiere llevarse el pescado sucio a casa. Y así un día tras otro.
Los besugos, las brecas o los jureles negros. De chocos, calamares o salmonetes hay, pero menos cantidad. Las pescadillas blancas se están perdiendo, cada vez hay menos porque aquí en Cádiz gusta mucho las pijotas, que es la cría de la pescadilla. Los quieren pequeñitos y eso está perseguido. Se ha abusado demasiado.
Depende de cómo tú lo veas. El gallo te lo llevas limpio por unos 28 o 30 euros el kilo, y un kilo de acedías vale 18 euros. ¿Cuál crees que es más barato? La acedía, de un kilo, te puedes comer medio. Las más caras son el gallo, las gambas, los calamares. Todo influye. Por ejemplo, este año ha sido una buena temporada de gambas, por eso, no ha estado tan cara este año. Depende de la cantidad que haya en el mar. El lenguado vale 28 euros y este verano lo he vendido hasta por 40 euros porque cada vez se coge menos.


