Una vida entre seguros
Alejandra Gutiérrez (Jerez, 1984) trabaja, prácticamente, donde se ha criado. En pleno barrio de San Miguel de Jerez, en la señera calle San Pablo, su padre abrió una correduría de seguros un par de años antes de que ella le echara una mano en verano para costearse los estudios. De aquello hace más de 20 años y ahora dirige una empresa, Masseguro, con presencia en diferentes ciudades del país, siendo una de las pocas mujeres que está al frente de una correduría de seguros en la provincia. "Empecé a trabajar con mi padre para ganarme mi dinerito. Luego estuve de comercial en una compañía teléfonica, en un restaurante en Conil... Pero lo que me gustó fue esto", recuerda.
Diga la verdad, ¿al principio trabajó porque le gustaba o más por obligación al ser una empresa familiar?
Siempre me ha gustado el trato con la gente, el cara a cara, y para ser más independiente quise echar una mano. Y me gustó. Luego empecé a crecer hasta que estudié para tener mi título de corredora, y hasta hoy.
¿Qué fue lo que le atrajo?
Todo. El trato con la gente, los seguros, la oportunidad de ayudar. Siempre les digo a mis compañeras que la correduría es como un departamento psicológico también, porque mucha gente te cuenta su vida. Ese trato siempre me ha gustado, facilitar las cosas para contratar un seguro, facilitar las formas de pago, buscarle a los clientes seguros más baratos...
¿Es agradecido este trabajo?
Sí que lo es. No tengo ninguna pega en estos años. La verdad es que estoy muy contenta, al final te compensa.
¿Qué es lo más difícil?
El trato con algunos clientes a los que algunas veces cuesta llegar. Aunque cuando los conoces algo más, empatizas un poco y te los llevas a tu terreno.
¿Cómo se pasa de ser una empresa familiar y local a un convertirse en un grupo con presencia nacional?
Cuando estaba mi padre la empresa era bastante grande, pero cuando llegó la crisis nos quedamos él y yo. Cuando nos repusimos un poco empezamos a tener oficinas en Arcos, o en Rota, y bastantes colaboradores. Empezamos a crecer y ya tenemos clientes por toda España. Ahora tenemos hasta nuestra propia marca con servicio de lunas para coches. Todo a base de mucho trabajo, mucha constancia y muchas ganas. Sigue siendo un negocio familiar, aunque ahora lo llevo yo. Creo que soy de las pocas mujeres corredoras de seguros que hay en Jerez y en la provincia.
"Creo que soy de las pocas mujeres corredoras de seguros que hay en Jerez y en la provincia"
¿El hecho de ser mujer hace que sea más difícil?
Para nada. Es verdad que este negocio se ha enfocado al hombre tradicionalmente, siempre había un director, un comercial... pero todas mis trabajadoras son mujeres y no nos tratan diferente. Siempre está el típico que intenta que te achantes, pero son los menos. Yo me siento muy orgullosa de ser una de las pocas mujeres corredoras.
¿Qué cualidades hacen falta para este trabajo?
Que te guste el trato con la gente, tener paciencia y ser constante. Hay que saber tratar al público. No todo el mundo viene del mismo humor y eso hay que gestionarlo.
¿Usa precisamente el humor como una herramienta de trabajo?
La verdad es que sí. Aquí no tenemos la cara de apio (risas). Quien viene, siempre se va con la cara feliz, con una sonrisa de oreja a oreja.
En cuestión de seguros, ¿ya se contrata más online o se sigue prefiriendo la presencialidad?
Tenemos clientes de toda la vida que quieren ponerte cara para pagarte el seguro, eso es verdad. Aunque nosotras no somos una compañía online de las que cuando llamas, cada vez te atiende alguien diferente. Aquí si no te atiende una es otra. Es una empresa pequeña pero a la vez grande, y el trato es muy personalizado, por eso los clientes confían. Nosotras mandamos las pólizas por pdf, enviamos los pagos... si quieres venir a la oficina te damos la carpeta con los papeles, pero lo mandamos todo.
"No tenemos la cara de apio. Quien viene, siempre se va feliz"
Estar en internet, ¿era algo que tuvo claro desde el principio?
Ha ido evolucionando. Ahora estamos arreglando la web para que se pueda pagar por Bizum, para que el cliente pueda contratar o consultarnos mediante un chat. Ya está todo mucho más enfocado a las ventas online.
Un lugar al que escaparse.
Para desconectar, a Zahara de los Atunes. Pero cuando no hay gente, no me gusta el mes de agosto.
Un platito de verano.
El atún, de todas las formas posibles.
¿Ver atardecer o amanecer?
Soy más de atardecer.
Una lectura o película que recomiende.
Un libro que me leí hace poco, Controla tu mente.