Raquel Zarazaga, poeta de norte y sur: "Hay un punto de encuentro entre la psicología y la poesía"

La bilbaína, residente en El Puerto, autora de los poemarios 'Im-propias' o 'A veces cuando no llueve, nos llega el olor de la sal', fue invitada el mes pasado al Festival 'Med23', en Loulé, Portugal

Raquel Zarazaga, con su poemario, tras la entrevista.

Inspiraciones diferentes

Bilbo-gaditana. Psicóloga clínica y luego docente en educación especial y en el área musical, Raquel Zarazaga (Bilbao,1963),  dirige varias ediciones de la Bienal de Artes plásticas y literatura Plastilírica y participa activamente en lecturas y ciclos poéticos y publicaciones en revistas literarias y virtuales. 

Zarazaga, además de importantes premios de poesía, ha publicado en numerosas revistas y antologías, y es invitada con asiduidad a diversas lecturas poéticas, mesas redondas y debates. Hace unas fechas fue invitada al Festival Med'23, dentro del ciclo Poesías do Mundo, el Loulé, en el distrito de Faro, Portugal.       

Usted es nacida en Bilbao, pero lleva viviendo en la provincia de Cádiz más de 30 años. Es una buena mezcla para hacer poesía, ¿no?
Es una buena mezcla para tener inspiraciones diferentes o diferentes estímulos, sí. 
 
¿Cómo se ha encontrado en ese evento tan importante, dentro de Música do Mundo, en el apartado dedicado a la poesía?

Yo tenía muchos interés en el Festival de Músicas del Mundo, porque me habían hablado mucho de ello diferentes amigos de la zona, pero por distintas circunstancias no he podido ir. Estaba deseando ir como espectadora para la parte musical, y ya cuando luego me invitaron para participar como poeta, pues he aprovechado por partida doble. Ha sido maravilloso conocer a personas que la mayoría son de la zona concreta de Portugal, pero que tienen inquietudes diferentes. Es muy atractivo. 

La poeta Raquel Zarazaga, unos momento después del charla. CANDELA NÚÑEZ
La poesía, como la música de cualquier parte del mundo, demuestra también que es un espacio para la tolerancia.

Además creo que se resalta la sensibilidad artística de los poetas, pero también en cualquier otro registro, y más después de la situación terrible de no poder estar juntos. Sin embargo, a través de la redes hemos podido mantener el contacto, pero teníamos muy claro que no era esa nuestra manera de encontrarnos. Mejor en la cercanía, entonces ahora disfrutamos cualquier momento para reunirnos. Es verdad que se forma una comunidad poética con gente que no conocemos, pero que nos reconocemos en eso de sentir la palabra.

Usted es psicóloga, ¿sirve la psicología como herramienta para escribir poesía?

Mi acercamiento a la psicología fue en la vertiente clínica, donde estuve trabajando durante un tiempo, y para mí era un manera de acercarme a la esencia humana. Es decir: a preguntarme, a reflexionar sobre por qué somos así y qué nos hace conducirnos de una u otra manera. Evidentemente, ahí hay un punto de encuentro muy grande entre la poesía y la psicología porque la reflexión en la esencia humana está en la poesía, en la mía y en la de cualquier poeta. 

Pero también su estado de ánimo, ¿no? El autor no solo es lo que escribe, sino cuándo y por qué.

Se dice que el poeta es un fingidor. Bueno, hay poetas que adoptan otra impostura. Pero en mi caso sigo la linea de "no soy un intelectual, escribo con el cuerpo". Pues ese sentir es lo que plasmo en mi poesía. Es evidente que puedes conectar con otras situaciones, con otras emociones, diferentes, incluso emociones que no son ni tuyas, pero siempre desde el sentir. 

"Mi sentir es lo que plasmo en mi poesía"

Pepa Parra dice que en España se compra poca poesía, pero se lee mucha. No me cuadra la fórmula salvo que la gente tire de internet o las bibliotecas. Una alegría para los editores, vamos. 

Sí, porque es verdad que hay muchas formas de acercarse a la poesía. Incluso comercialmente se ha usado mucho la poesía, y en la música hay una interacción. Pero es que en la escultura, la pintura... Yo encuentro poesía ahí muchas veces, y si tenemos un acercamiento a la poesía de forma que no tenga que ser un libro que ponga "poesía", pues entonces también es una forma de acercarse. 

Dicen de usted que supo de niña poner nombre a los sueños. Es una bonita definición, ¿no?

Lo intentaba. Eso tiene que ver con un primer colegio que tuve en la infancia, allí en Bilbao; un colegio muy pequeñito que solo llevaban dos hermanas. Ahí nos enseñaban música, dibujo, y artes de todo tipo. Era un colegio muy sencillo, pero esa sensibilidad sí que nos la inculcaron. Ahí empezó, de manera inconsciente, la palabra a ser importante para mí. Luego le puse nombre a los versos y a desarrollar esas capacidad de creación.

Raquel Zarazaga, poeta bibaína afincada en El Puerto de Santa María. CANDELA NÚÑEZ
En realidad escribir poesía no deja de poner nombre a los sueños, ¿no?

Lo comentamos entre quienes escribimos poesía y entre quienes la leemos. Yo insisto en ello, en el hecho de que mucho de lo que escribo no lo escribo yo; y si yo, Raquel Zarazaga, me pongo a escribir de una manera consciente y racional ,empleo las palabras de otra manera. Pero se conectan a otra corriente, y es verdad que si pasa a través de mí, se crea poesía de través de mí, si es a través de otra persona, será diferente y crearás otras cosas.

"Si falla la transmisión de emociones entre el poeta y el lector, la culpa no es de nadie"

Si una poesía no transmite, ¿falla el poeta o falla el lector?

Yo creo que no falla nadie. Esto es como cuando coges dos piezas de un puzle: hay una que encaja con la otra. Hay muchos tipos de poesía, muchos tipos de lectores, muchos momentos para leer poesía. Yo misma no me acerco a una poesía a la que me acerqué hace una semana, porque a lo mejor estoy en una situación diferente. Pasa igual con la música, si quieres estar de fiesta no pones la misma música que si estás de relax.

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