Un sentido a la existencia
Con una frase parecida remataba la primera activista en favor del respeto a los animales, la actriz parisina Brigitte Bardot, el motivo de haber abrazado el veganismo. Quizá Rafaela Lobato Fariñas (Cádiz,1969) tenga más motivos para la vida, para esa existencia: su hija y sus amigos, o la capital gaditana que ella adora con todas sus virtudes y todos sus defectos, por ejemplo. Lo que sí se extrae de esta charla es que Rafaela es una mujer convencida de sus ideas, fiel al movimiento vegano desde hace más de 30 años.
Cocinera vegana de profesión, comenzó en los fogones de la comida tradicional, lo que, siendo ya vegana, le supuso, según sus propias palabras "una época traumática". Rafaela insiste en que el veganismo no son solo recetas, sino un modo de vida. "Lo ropa que siempre llevo puesta no contiene nada animal, ni cuero, ni lana. Nada. Todo lo que uso está fabricado sin nada que tenga que ver con el sufrimiento de los animales".
En 1992 vi en la televisión un documental de Brigitte Bardot y fue una especie de aviso. Viendo el reportaje me preguntaba: ¿Estas cosas pasan de verdad? Esa fue la semilla, siempre lo digo. Desde entonces me puse a estudiar, porque por aquella época no había internet. Empecé a buscar información, noticias sobre activismo, y ahí empieza a germinar todo, aunque no dejo de comer carne, si bien es verdad que continúo con las salchichas, las chacinas, pero cada vez menos. Pero abandono los filetes, chuletas, etcétera.
No, en España no. En el extranjero sí que había un movimiento animalista importante. De hecho, Brigitte Bardot, icono sexual de los años 60 y 70, francesa, fue uno de sus máximos ejemplos. Muchos años después Pamela Anderson en el año 80 y tantos. Lo mismo que Jane Fonda.
Sí, aunque el fundador del veganismo en sí fue un hombre, Donald Watson, allá por los años 50. Bueno, más que el fundador, le dio el nombre en 1944 para diferenciarlo del vegetarianismo.
"Es normal que ciertos radicalismos del movimiento vegano creen antipatías"
Sí, sí. Claro. Te lo puedo asegurar y te lo afirmo. En cierto sector de gente que no tiene la mente abierta, que no es capaz de entender, claro que crea antipatía. Yo lo he sufrido muchísimo.
En mi caso, yo estoy más a favor de hablar de las cosas buenas, de los beneficios que el veganismo tiene para la salud, más que atacar o que la gente se pueda sentir atacada porque yo amo a los animales y hago ver que tú no los amas. Por ahí hemos pasado todos los veganos cuando queremos hacer entender a la gente que hay que dejar a los animales vivir en paz. Te das cuenta con el tiempo de que la mejor manera de llegar a la gente, y quizá convencerla, es por el bienestar y la comida saludable.
A mí no me gusta. Esto es más bien una forma de vida. Pero, volviendo a tu pregunta, entiendo que todo pensamiento radical en este asunto puede crear antipatía, claro. Pero como en todo.
"El veganismo no es una dieta, es una forma de vida"
Sí que hay de todo. Desde lo más anecdótico, que es que la reina de Inglaterra dejara de usar la piel de oso para los gorros de la guardia real. Pero en cuanto a lo importante, ha hecho que mucha gente se plantee cosas, y aunque no sean veganos, sí tienen la mente más abierta. Ha conseguido cerrar plantas y macrogranjas.
Te puedo poner un ejemplo bastante cercano de un primo. Tuvo primero un restaurante en Córdoba y ahora en la Castellana, en Madrid. Su base es la carne. Y está "disfrazado" de restaurante típico americano, con héroes de cómics y todo eso. Pero él entendió que si no metía una carta vegana, pero no una cartita, una señora carta, iba a perder muchos clientes. Él no es vegano, ni creo que lo sea nunca, pero fue listo. Él mismo me confesó que el tema de la carne, en 30 o 35 años, desaparece de los mercados. Y yo lo suscribo totalmente. Y que si la gente de los restaurantes no empezaba a reciclarse ahora, no iban a tener futuro. Él no solo ha metido una carta vegana, sino que ha dividido cada una de las tres plantas del restaurante: una es solo para veganos. Yo creo que ese es el planteamiento de lo que está pasando. En España va mas lento, en el resto del mundo va muchísimo más rápido.
Yo empecé en un restaurante tradicional, con comida tradicional. Aunque desde luego, poco podía yo alimentarme: salmorejo y patatas fritas. Para mí fue momento traumático: estaba cocinando aquello que protegía.
Hoy en día, imposible. No podría trabajar con animales muertos.
"Hoy no podría trabajar con animales muertos"
Por circunstancias personales. Necesitaba dinero. Pero es que además a mí se me da bien cocinar. Yo soy la típica que se inventa un plato enseguida. Pero no porque yo tenga una imaginación brutal, simplemente conozco bien los alimentos y además soy rastreadora de "cositas" que se quedan en la nevera. Aunque soy de las que hacen el plato y después tengo que preparar otro porque ya no me acuerdo de cómo hice el primero.
En la cocina tradicional hay un montón de cosas que son veganas al 100%, lo que pasa es que la gente no cae en eso. Hay personas que hablan de la cocina vegana sin saber, pensando que es una comida de frikis, pero no hay nada más vegano que unos chícharos con alcauciles. Luego, a la mayoría de la gente que le pregunto: ¿tú cómo haces las lentejas? Me dicen: "Yo, con mucha verdurita". "Yo con chorizo no, que es muy graso”. O los garbanzos con acelgas, que tampoco puede ser más vegano.
"En la cocina tradicional hay un montón de platos que son veganos"
Hay muchísimos productos que imitan cosas con el sabor de comidas hechas con animales. Pero una cantidad brutal. Hay una corriente que dice: "Si los veganos no quieren saber nada de la comida que tenga que ver con animales, ¿por qué quieren cosas que imiten a la carne o al pescado?". Vamos a ver: ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? La mayoría de los veganos babean por el jamón. Entonces, si hay alguna cosa que lo sustituya y se le parece, ¿por qué no hacerlo?
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