Iba para clases de ballet, pero el piano le tiraba más
Victoria Guerrero (Jerez, 1989) lleva unos años viviendo en Alemania, donde se trasladó para seguir mejorando sus estudios de piano. En este tiempo ha conseguido diferentes reconocimientos, el último, un premio extraordinario por su labor como pianista en el concurso de lied más importante del mundo, el que organiza la Hugo Wolf Akademie en Stuttgart. En 2017 ya fue distinguida como mejor pianista acompañante en el certamen Das Lied celebrado en la localidad alemana de Heidelberg. Una serie de premios que vienen a apuntalar una trayectoria ascendente dentro de un género musical, el lied, característico del Romanticismo alemán. Un poema lírico escrito para voz y piano en el que Guerrero lleva años especializándose.
Sus inicios musicales hay que buscarlos en la escuela de música y danza Belén Fernández, en Jerez, donde llegó para aprender ballet, pero pronto se interesó por el piano, para empezar en el conservatorio de música Joaquín Villatoro de Jerez con ocho años —cursando el grado elemental y medio—, y luego hacer el grado superior en el conservatorio superior de música Manuel Castillo de Sevilla. Pero Victoria Guerrero quiso seguir mejorando su formación, y se fue a Alemania a hacer un máster de solo con el pianista Tibor Szàsz. En el país germano descubrió el lied de la mano de Pauliina Tukiainen, cursando un máster de lied en el conservatorio de Friburgo (Alemania) y un postgraduado de lied en el conservatorio de Karlsruhe. El pasado mes de junio publicó un disco, (petite) MORT, junto a la soprano Natalia Labourdette.
Para nada, para mí fue una agradable sorpresa. En su momento no pensaba ni siquiera pasar de ronda, pero en los concursos a veces pasan estas sorpresas.
En el momento me quedé en blanco y sólo me repetía continuamente: qué hago yo aquí.
"Los premios sirven para reivindicar el trabajo y para dar un poco de impulso a la carrera"
Sirven para reivindicar el trabajo y para dar un poco de impulso a la carrera, y al final de manera personal te dan momentos bonitos que recordar.
El piano fue el instrumento al que tuve acceso y tuve la suerte de que captó mi atención. Por supuesto me encantan el chelo y el oboe, pero no he sentido nunca la necesidad de aprender a tocar otros instrumentos.
Comencé a la edad de seis años con la profesora María Jesús Durán en la escuela de música y danza Belén Fernández de Jerez. Mis padres me apuntaron al principio a clases de ballet y al ver a los otros niños tocando el piano sentí mucho interés y le dije a mis padres que quería tocar el piano.
En mi familia no hay músicos, sí que hay un interés por la música, pero sólo como aficionados.
"Me encantaba tocar para el público. Era algo especial, te preparabas bien para ello y recuerdo disfrutarlo mucho"
Empecé en la escuela de música y danza Belén Fernández y seguí recibiendo clases con María Jesús Durán durante toda mi formación. Paralelamente hice las pruebas para ingresar en el conservatorio de Jerez con ocho años y cursé tanto el grado elemental como el medio allí. El grado superior lo cursé en Sevilla en el conservatorio Manuel Castillo con el pianista Óscar Martín. Al acabar mis estudios sentí que quería seguir completando mi formación y me fui a hacer un máster de solo con el pianista Tibor Szàsz a Alemania. Allí descubrí el lied de la mano de Pauliina Tukiainen y cursé un máster de lied (acompañamiento vocal) en el conservatorio de Friburgo y me seguí especializando con un postgraduado de lied en el conservatorio de Karlsruhe con Hartmut Höll.
No la recuerdo muy bien, seguramente fuera alguna audición con otros niños de la escuela al final de trimestre o de años. Sí recuerdo que me encantaba tocar para el público. Era algo especial, te preparabas bien para ello y recuerdo disfrutarlo mucho.
Nada fuera de lo normal. Para mí importante es ir con mucho tiempo para no sentir que tengo estrés antes del concierto. Mínimo diez minutos donde solo esté concentrada en el concierto sin tener que prestar atención a otras cosas.
Me es indiferente.
Yo soy y siempre he sido de estudiar mucho, en mis épocas de estudiante podía perfectamente hacer unas ocho horas diarias. Ahora mismo compagino trabajo y estudio, así que con cuatro horas soy muy feliz.
"Cuando llego a casa intento no escuchar nada; lo que me apetece es un poco de silencio"
Ahora mismo siendo sincera cuando llego a casa intento no escuchar nada, porque durante el día me dedico a hacer música y corregir y repetir. Cuando llego a casa lo que me apetece es un poco de silencio, pero escucho mucha ópera sobre todo.
Chopin, Schumann y Schubert.
La idea básica de jugar con el concepto petite mort y relacionar el éxtasis sexual y la muerte a través de la idea de liberación.
Ni mucho menos, hay muchas maneras de ganarse la vida como pianista, de hecho hay muchos pianistas que trabajan y viven en España. Yo me fui al extranjero porque quería descubrir y conocer qué se hace fuera de España y fue y es una decisión personal que me pude permitir porque mis padres me apoyaron.
Ahora mismo estoy muy bien donde estoy, tengo trabajo y me gusta mucho, pero nunca se sabe.