Del mundo a Jerez
Indonesia, México y finalmente, Jerez (por ahora, que estas cosas nunca se saben) son los destinos de Natalia Cintado Mateos (Jerez, 1976) antes de aterrizar en su tierra para montar su negocio, Hämba, una tienda de moda que no deja indiferente; atrevida, pero ponible; exclusiva, pero asequible prácticamente a todos los bolsillos de las mujeres que quieran salirse de los patrones habituales.
A la cabeza del negocio está Natalia, pero detrás está Cristina Muñoz, su socia y encargada de todo lo referente a redes sociales, comunicación e imagen.
La tienda, ahora ubicada en la Calle Santa María, pasa en septiembre a ocupar el antiguo local de la librería Algarve, en la calle del mismo nombre, para un espacio que se abre hueco con ideas rompedoras pero prácticas.
Es diferente porque parte de las cosas que vendemos son creaciones nuestras, con lo cual no vas a encontrar esta ropa en ninguna otra parte. Segundo: es verdad que, nos guste o no nos guste, todo el mundo se deja seguir por modas, por tendencias. Nosotros seguimos en la moda, pero dentro de nuestra tendencia. Intentamos sobresalir un poquito de lo normal.
No. Por ejemplo, el tema de la corsetería no lo trabaja nadie en Jerez. Nosotros lo tenemos enfocado con una corsetería también diferente. La corsetería que se suele ver en otros sitios, pues suele ser más o menos lo mismo. Nosotras, no. Nuestra corsetería es diferente.
"Nuestra corsetería es diferente, no se ve en otros sitios"
Pues mira, diseñadoras no somos ni yo ni mi compañera Cristina (Cristina Muñoz Fernández, socia y responsable de Redes Sociales de la tienda). Yo soy estilista y he vivido muchos años fuera de España. Yo no suelo además seguir ninguna página de influencer. Todo lo que sigo son páginas de moda, de alta costura; moda italiana, neoyorquina, moda inglesa. Esas son algunos de los sitios de donde parte la moda. Yo estoy en contra de la lycra, del punto.

En mi Instagram personal todo lo que subo son historias de diseñadores de alta costura que son conocidos, otros que no lo son tanto, gente que está empezando en el mundo de la moda. Son líneas totalmente distintas a lo que estamos acostumbrados a ver aquí. A mí me gusta que la mujer destaque. La que quiera enseñar, que enseñe, la que no quiere enseñar, que no enseñe, pero todas las modelos de por ahí llevan la misma ropa. Esos cuerpos no los vas a ver en la calle. No es lo que pretendemos nosotras. En las redes sociales de la tienda utilizamos varios tipos de perfiles.
Se puede vestir bien y barato. Claro que sí. Pero es obvio que si vistes bien y barato no vas a encontrar calidad-precio ni exclusividad. Hay muchas personas que dicen: "esto lo tiene todo el mundo". Claro, es que vale 20 euros. Si hay muchas tiradas y muchas reposiciones, es normal que lo tenga todo el mundo.
Nada. Mis prendas son una por talla. Tres prendas. Se venden, se vendieron. Yo no tengo precios low cost, pero tampoco tenemos precios desorbitados, porque lo más caro que puedes encontrar aquí es una prenda de 70 euros. Y lo más normal está entre los 30 o 35. Asequible.
Todos los días pensamos algo. Y no nos cansa, porque nos gusta.
"Todos los días pensamos algo. Pero no nos cansa porque nos gusta"
Viene mucha gente de fuera. De fuera de Jerez y de fuera de la provincia. Viene gente de Madrid, de Barcelona, de Sevilla. En Feria y en Semana Santa entró gente de fuera, han vuelto a la provincia, y han venido a la tienda.
Es una aventura. Y más con el tipo de ropa que vendo yo, como dices. Es muy atrevida. Nosotros la enfocamos así. El vestido que está ahora mismo en el escaparate no lo ves en otra parte. Sin decir que esté mal, con otro enfoque, a lo mejor lo ves más normal. Pero si te das cuenta, el nuestro está montado con flores en el pelo, el sombrero cordobés, el pañuelo, el mantón... Y esto es normalito para lo que solemos montar.
Claro que sí. Nuestra ropa es ponible. Lo que pasa es que el enfoque es distinto, si no sería como el resto. Insisto: no digo que esa ropa sea mejor ni peor. En el fondo hay mucha gente que reclama algo distinto. Hemos utilizado hasta un chico con una mantilla y un corsé. Eso no lo hace todo el mundo.


