Hugo Mora, de Potosí a la Porvera: "Entiendo que los jóvenes nos llamen panchitos"

El pastelero, hostelero y empresario boliviano e inventor del 'panpizza' cumple 18 años desde su llegada a Jerez

Hugo Mora, propietario de varios negocios en Jerez.
Hugo Mora, propietario de varios negocios en Jerez. CANDELA NÚÑEZ
03 de julio de 2023 a las 19:20h

El hombre que inventó el panpizza

Si ustedes son o no habituales de la calle Porvera, es lo de menos. Si pasan por allí, con toda probabilidad se cruzarán con un boliviano achaparrado, de tez muy morena y mirada amable que recorre una de las vías más bonitas de Jerez; desde la esquina de la Porvera al nacimiento de la calle Ancha. Es Hugo Mora, nacido en Potosí (Bolivia, 1977), y al que es muy fácil verle de uno de sus negocios a otro: de la confitería San Sebastián, a la pastelería Delize, pasando por Delize a secas, la factoría donde Hugo cuece y despacha cada día centenares de panpizzas, media pieza de pan con todo el sabor y los ingredientes tradicionales de la pizza, y que es un éxito de ventas desde que hace ya varios años.

Hoy por hoy, esta pizza reducida de tamaño el alma máter de su negocio. No en vano, durante solo un día de la Semana Santa vendió más de 600 unidades. "Me asusté y todo", asegura con un deje de sorpresa que lleva cargado el acento de su país de nacimiento.

Hace ya 18 años que llegó a España. Estuvo medio año en Alcalá de los Gazules y lleva en Jerez el resto. ¿Hay nostalgia de su país, de su ciudad?

La nostalgia siempre se lleva en el corazón.

¿Esta vena empresarial ya la traía de Bolivia, de Potosí, su ciudad de nacimiento?

Mis padres siempre han tenido negocios de estas características. Tenían pastelerías y siempre me he movido en el mundo de los negocios.

"Durante meses estuve durmiendo en un albergue porque no tenía dónde pasar las noches"

Usted empezó con la confitería de la esquina con la calle Porvera y Ancha, pero antes de eso trabajó en su profesión de pastelero.

En cuanto llegué a Jerez ya estaba trabajando como pastelero, en Los Reyes. Es mi oficio, pero los inicios aquí fueron duros. Durante meses estuve durmiendo en un albergue porque no tenía dónde pasar las noches. Mi jefe me dijo: "Mañana empiezas a las seis". Así que era levantarse muy temprano sin conocer la ciudad.

¿Ha vivido muchos cambios en su vida en Jerez? Son casi 18 años aquí. 

Han nacido mis hijos, han cursado aquí sus estudios. Están bien aquí. Allí en Bolivia vivir es un poco duro. Pero aquí si te echas las manos al hombro y te pones a trabajar, es cuestión de prosperar e integrarte.

HUGO MORA CAFETERIA DELICIAS 3
Hugo, atendiendo a un cliente.   CANDELA NÚÑEZ
¿Usted ha notado alguna actitud hostil por el hecho de ser sudamericano, o eso ya está superado por parte de toda la sociedad?

Hay de todo. Jerez me ha recibido muy bien. ¿Qué te puedo decir? Hay un 80% que muy bien, y un 20% que quizá no tanto. Los chavales, sobre todo, están hablando por teléfono, les preguntan los amigos dónde están y les contestan: "Aquí, donde el panchito".

Le cae mal, claro.

Sí, pero también les entiendo porque son jóvenes. Pronto empezarán a ver la realidad de que la diversidad existe, y que incluso ellos mismos, los más jóvenes, van a colaborar con que esa diversidad se acepte como algo natural e incluso aumente. 

"A veces cuando voy por la calle, escucho: Por ahí va el del panpizza"

Tenía un negocio y ya va por tres. Así empezó Amancio Ortega. Usted es de no parar, parece. 

(Risas) Sí. Se nos quedó pequeño el primer local y nos tuvimos que ir a uno un poco más arriba de la calle donde tenemos la tienda donde hacemos los panpizza. Y después cerraron una pastelería y heladería aún más adelante, también en la Porvera, y la cogí también. A ver. Estoy metido en la hostelería. Estoy enamorado de esta calle, la verdad. 

Usted inventó el riquísimo panpizza. 

Sí, y a veces voy por la calle, por algún centro comercial, y escucho: "Por ahí va el del panpizza". 

HUGO MORA CAFETERIA DELICIAS 2
Mora, sirviendo una granizada.  CANDELA NÚÑEZ
¿Cómo nació eso? Reconozco que me los comería de seis en seis.

La primera Semana Santa que pasé en la tienda, yo tenía la idea de hacer una pizza, pero es que no había sitio para poder hacer la masa, amasarla, dejarla reposar... Se me ocurrió cortar pan y ponerle los mismos ingredientes que a la pizza.

Pues dio el pelotazo. En Semana Santa, precisamente, eso tiene que ser una locura.

Esta última Semana Santa me asusté. Creo que en un día vendí 600 unidades. 

Helados, dulces, panpizzas... ¿No se le pasa por la cabeza la posibilidad de abrir un restaurante con la comida de su país?

No. Un hombre me habló de un bar que había cerrado y me animó. Me dio que yo podía sacarlo adelante. Pero lo consulté con mi mujer, con mis hijos. Ya es demasiado. Pero en la heladería y pastelería, los domingos hacemos unas salteñas, que son unas empanadas de carne picada de pollo, ternera. Están jugosas por dentro. Algunas picantes y otras sin pique. Ya tengo clientes españoles que me las piden. 

Sobre el autor

Captura de Pantalla 2022 11 22 a las 11.45.57

Juan Manuel Sainz Peña

Ver biografía

Lo más leído