El largo camino
"El 90% del éxito consiste en insistir". Eso dice Woody Allen. Algo de razón tendrá. Pero yo dividiría ese porcentaje: X de insistencia, X de talento y X de suerte; no necesariamente por ese riguroso orden. A Fernando Martínez López, nacido en Jaén en 1966, pero residente en Almería desde que era un niño, solo le falta despejar la incógnita de la suerte, porque según se ve en su larga trayectoria como escritor las pruebas de talento e insistencia están más que despejadas.
Premio Andalucía de la crítica en 2021 y finalista en 2015, el jiennense ha publicado, entre otras, Fresas amargas para siempre, Tu nombre con tinta de café (Premio Felipe Trigo de Novela 2014) o Tiempo de Eclipse (Premio Andalucía de la Crítica). Además es el ganador de una lista interminable de premios literarios en su labor como escritor que compagina con su trabajo como docente de Secundaria (es profesor de Física y Química en Almería). Un tipo con talento y un tipo sencillo.
Claro, cuando lo intentas tantas veces y llegas casi a la última etapa o la última y no consigues la recompensa, te desanima un poco. Por otro lado está el reconocimiento, pero no conseguir el objetivo después de tantas veces, la verdad es que sí, que cansa un poquito.
Claro, así es, lógicamente. Quedar finalista es solo llegar al último paso, pero es verdad que uno quiere ganar. Y esto cansa un poco, no llegar al objetivo final.
"Quedar finalista es solo llegar al último paso"
Sí. Hay que tener en cuenta no solo la cuantía económica, sino la tradición del premio, el número de ediciones que tiene, y el jurado que suele formar parte de este tipo de concursos. Pero en en fin, a veces acompaña la suerte y otras veces no. La cuestión es que, en opinión del jurado, haya un relato mejor que el tuyo o no. En otra convocatoria, este relato que ha sido finalista, habría podido ganar en otro sitio. O no. Es que eso no se sabe.
Mi objetivo final es publicar con algunas de las editoriales grandes. Ese es el paso que me falta. Lo sigo intentando, ¿eh? De hecho mi último manuscrito está en manos de una editorial muy importante. Todos los informes de lectura son favorables, ahora falta que el consejo editorial dé el visto bueno y apruebe su edición.
Son dos mundos diferentes, pero que han convivido conmigo desde siempre. La afición a la ciencia la he tenido desde pequeño, y la afición a la lectura y a la escritura, igual. Con los horarios del instituto no es muy difícil, suelo escribir por las tardes. Además, muchas veces incluyo en mis novelas o relatos mis conocimientos de física y química, y al revés. En ocasiones hago un paréntesis en mis clases y les hablo a mis alumnos de literatura. Quizá en alguna de las cosas que estoy explicando se da la circunstancia y da pie a que hablemos de libros.
A mí me encanta el encuentro literario con los lectores. Me aporta mucho. Me interesa ver las diferentes versiones y visiones que tienen los lectores sobre mi obra. A veces es interesante descubrir puntos de vista que tú de forma consciente no has incorporado en tu obra, los lectores te los revelan aunque tú no hubieses escrito eso de forma intencionada. Hay veces que estoy de acuerdo y hay veces que no, pero siempre aportan mucho.
"Me encanta ver las diferentes versiones que tienen los lectores de mi obra"
Esa novela fue finalista en el premio Fernando Lara de Novela también. Estuvo como dices en una agencia literaria de primera categoría que la movió por diferentes editoriales. Pero no hubo suerte, no cuajó. Yo creo que ahí lo que pesa es el nombre que haya detrás de quien escribe la novela, sobre todo cuando ese trabajo se presenta a las grandes editoriales. Si no eres una persona conocida es complicado. Al final el éxito llegó por medio del premio Felipe Trigo que además del premio económico, incluía la publicación. El jurado estimó que la novela tenía peso suficiente para ganar el premio, pero las editoriales estimaron lo contrario. Luego llegaron los premios de la crítica de Andalucía, no con esta novela, donde sí logro ser finalista, pero cuyo triunfo llegaría en 2021 con Tiempo de Eclipse. Se dio la circunstancia de que fui finalista dos veces y a la segunda logré ganar el premio.
Sí. Lo cierto es que aquí es donde escribo más tranquilo. Aunque en San José tengo dos sitios para escribir. Un despacho y una buhardilla. Ahí es donde escribo más concentrado, pero también es cierto que en Almería escribo con calma. Muchas veces logro concentrarme en cualquier sitio. Consigo aislarme incluso rodeado de ruidos. Tenga facilidad para centrarme en lo que estoy haciendo.
El mar es motivo de inspiración siempre, y forma parte de mis relatos. Es difícil que en algunos de ellos no aparezca el mar.
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