Félix Jiménez, el librero del campo: "Yo animo al pirateo de libros"

Te pongo un ejemplo: un libro que no se vende desde hace cinco años, de la Semana Santa en Sevilla. Alguien puso el libro en TikTok: 30 ejemplares en dos semanas. Los sevillanos comprándome libros. Solo los tengo yo y vienen a mí, como es normal.

A nosotros nos salva la espacialidad. Y tampoco es para tirar cohetes. Aquí estamos trabajando tres personas con sueldos normalitos. Ten en cuenta que esto era un negocio familiar. Pasó que en el año 2000, en los albores de internet, digitalizamos la tienda, y cuando no había los algoritmos crueles que hay ahora, que te echan para atrás por cualquier tontería... Ahora, para atender a las redes, tienes que tener a una persona dedicada exclusivamente a eso. Antes de que se diera, por 2005, el famoso algoritmo del pingüino, que se llamaba, pues teníamos un disparate de envíos. Mandábamos libros a Japón, a Nueva Caledonia, a Sudamérica. Ahora seguimos mandando, pero hay mucha más competencia.

No estaba Ámazon. Los hijos de puta empezaron en un pequeño garaje, vendiendo libros, y ahora están hundiendo las librerías, porque permiten los descuentos grandes. Bueno, en España hay una ley que no permite más del 5% de descuento.

"Amazon está hundiendo las librerías"

La ley está ahí. Y está la Confederación de Libreros, que vigila. Pero si por Amazon fuera no habría librerías.

Con el tiempo siempre te adelanta gente. Nosotros tuvimos un auge en 2005, que coincidío con internet. Yo, sin hacer promoción, simplemente metiendo libros a mano en mi página web, pues llegó un momento en el que tenía 40.000 visitas mensuales, que son muchas. Ahora mismo estoy en 12.000 o 15.000. Pero claro, suelen darle a click uno de cada 100.

Antes de la crisis había editoriales que se nutrían de fondos públicos o institucionales y ahora están apostando por el libro en pdf, si lo quieres. Y es gratuito. Un pena que de tener el mejor servicio de publicaciones de España pases a regalar los libros. Me los quito de encima. Pasa con el Ayuntamiento de Jerez. Los libros están en un almacén porque hay un señor ahí que no quiere venderlos: "¿Esto que hay que ponerse con ellos, para la venta? ¿Liquidar? Alguien tendrá que hacer un albarán. Eso es trabajo". Y dirán: "¿Las librerías qué coño nos importan?". Les interesa para hacese la foto el día de la Fería del Libro. El resto del año, ¿dónde están las librerías? Ese presupuestillo, que será de la sobra de algo, es para la Feria del Libro. Porque yo no sé, por ejemplo, qué presupuesto tendrá la Fiesta de la Bulería, pero seguro que mucho más que para las librerías.

No, no. No porque la sangre no ha llegado al río todavía. Yo creo que esto tira para adelante. El libro en papel va a seguir existiendo mientras exista el ser humano. Evidentemente, tiene que llevarse bien con el digital. Es que eso es otro concepto. Yo no estoy en contra del eReader, pero sí estoy a favor de que se piratee.

Hombre, así de claro. Cómprate el papel, y luego si te gusta... Yo lo hago con los vinilos. Yo no estoy en contra de Spotify, pero si es gratis. A ver, los derechos de autor hay que pagarlos. ¿Cómo los pagas? Vendiéndolos en papel. Luego lo sacas en digital, que está muy bien porque no pesa.

Por eso digo que animo al pirateo de libros. Es que es muy fácil hacerlo. Solo tienes que poner el título, el libro, y la extensión del archivo. Y ya lo lees en tu tablet o donde sea. Digo esto porque yo vendo en papel. Es más, es que muchas de las editoriales de las que puentean a las librerías, están vendiendo directamente con un 5% de descuento. 

 "Muchas de las editoriales que puentean a las librerías están vendiendo directamente con un 5% de descuento"

Este local donde estamos ahora era antes una sala de reuniones. Teníamos tres locales que eran de la empresa de fertilizantes y productos químicos para el campo de mi padre. Por h o por b, al final se terminó quedando la librería. Y desde pequeño estoy aquí. Qué mejor lugar que este. Yo estoy aquí muy a gusto. 

Yo soy librero por accidente, pero yo sé de vender libros, pero no soy librero-literato de vocación. Bueno, me voy a echar tierra encima: creo que en segundo o tercero del antiguo bachiller suspendí literatura. Imagínate. Yo te puedo hablar de libros técnicos... Desde el año 1996 estoy al cargo, algo he aprendido desde entonces.

Con el tiempo, lo que ha ocurrido es que me he quedado sin espacio. Esto es un arma de doble filo. Las distribuidoras necesitan vender y me acosan. Meten más fondos. Pero es que aparte de que no tengo sitio, es que no quiero trabajar más. ¿Qué hago? ¿Meto más libros? ¿Me busco un local más grande? Podría montar una librería enorme si quisiera, pero perdería la escencia rústica, la magía del libro técnico, de campo. En la puerta tengo, de hecho, el cacharro para quitarse las pergañas, el barro. Aquí venía gente de campo y venían con las botas sucias, como es normal. 

Estos son libros de fondo. ¿Qué ocurre? Que algunos se quedan obsoletos porque van saliendo nuevas técnicas de cultivo, nueva legislacion. Pero también es verdad que los avances van por delante de las publicaciones, y es cierto que algunas cosas se quedan antiguas, pero yo intento traer todo lo que hay. Todo lo que sale nuevo, aquí lo tengo. Desde las plagas de cítricos a libros de entomología.

Claro. Un biólogo, un entomólogo, personas aficionadas, gente que quiere regalar a esas personas. Es evidente que son libros muy técnicos. No es lo mismo el perfil del que empieza y quiere un libro de mariposas. Se lleva un libro sencillito, más genérico. ¿Qué no? Pues hay cosas mucho más complicadas, de más nivel. Cosas muy potentes.