El decreto de la Junta implica también la prohibición del alanceamiento.
Hace unos meses, Silvia Barquero, presidenta del PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal), ponía fecha de caducidad a la tauromaquia y sostenía que el Toro de la Vega iba a ser el primero en desaparecer, en una entrevista a CTXT. Esta semana, la Junta de Castilla y León ha aprobado un decreto-ley por el cual se prohíbe la celebración de festejos taurinos populares o tradicionales en los que se mate al toro. El decreto no hace referencia a las corridas de toros.
No ha sido casualidad. El partido animalista lleva 10 años pidiendo el fin de este torneo, que se celebraba cada año en Tordesillas (Valladolid) y en el que lanceros a pie y a caballo perseguían y mataban a un toro tras provocarle un largo y doloroso final. Para conseguirlo, el PACMA inició conversaciones el pasado mes de septiembre con el consejero de la Junta de Castilla y León. Tal y como afirma Silvia Barquero, sabían que el trabajo estaba muy avanzado y esperaban la respuesta de la Junta incluso antes: “Se ha dado la circunstancia de que precisamente recibíamos de nuestros abogados una sentencia del Tribunal Superior de Justicia que nos daba la razón en nuestra denuncia contra la ilegalidad del Toro de la Vega desde el año 2014 que llevamos batallándolo. Ha sido recibir la sentencia y enseguida la Junta ha convocado una rueda de prensa”.
Pese a que en muchos medios se ha dicho que este decreto sólo prohíbe la muerte del animal y que podría no salir adelante, la presidenta del Partido Animalista ha querido desmentir estas informaciones:
“Nosotros propusimos una prohibición total del festejo incluyendo expresamente lancear y provocar cualquier tipo de daño al animal. Ellos – la Junta de Castilla y León-- han lanzado un decreto en el que prohíben la muerte del toro en público lo que conlleva, y eso ya lo hemos confirmado, la prohibición del alanceamiento del toro”. Además —añade— se trata de un decreto-ley que no va a pasar otro trámite. Por supuesto no sé cómo se lo van a tomar los vecinos de Tordesillas pero desde luego es el fin del Toro de la Vega tal y como lo conocemos”.
Hasta este momento, el art. 1499 de espectáculos taurinos populares de Castilla y León prohibía expresamente “herir, pinchar, golpear o dar muerte en presencia de público” a los toros en los encierros. Sin embargo, este decreto contemplaba la excepción del torneo del Toro de la Vega por ser considerado “espectáculo tradicional”. La nueva ley amplía estas prohibiciones también a festejos tradicionales, con lo que queda incluido el Toro de la Vega.
“Gracias a nuestra presión social, política y legal hemos conseguido finalmente que la Junta de Castilla y León escuche nuestra petición. Es una reivindicación que estaba en boca de la mayoría de la sociedad y por eso hemos conseguido nuestro objetivo”. Apenas les ha dado tiempo a asimilar este triunfo por los derechos de los animales, pero el PACMA ya piensa en sus siguientes objetivos: “Acabar con este festejo abre las puertas a conseguir los cambios legales en otras celebraciones taurinas como los toros de fuego, toros ensogados o bous a la mar pero desde luego nuestro empeño está en acabar con la tauromaquia y también queremos seguir trabajando para dar a conocer a la sociedad lo que se esconde detrás de prácticas como la caza o las granjas industriales y mataderos y este es el primer paso que nos va a dar el impulso para seguir trabajando en este sentido”, cuenta Silvia.
Rompesuelas era el nombre del último toro lanceado hasta la muerte en Tordesillas en septiembre de 2015, cuando miles de personas se reunieron en la Puerta del Sol de Madrid pidiendo el fin del torneo. Una multitudinaria manifestación que se celebra cada año y que el partido animalista quiere seguir manteniendo: “La gente no piensa que estemos ante el fin del Toro de la Vega porque resulta difícil creerse la palabra de un político. Pero nosotros nos mantendremos expectantes para ver cómo se suceden los acontecimientos y aprovecharemos la manifestación que celebramos cada mes de septiembre para reclamar los cambios legales necesarios para luchar por los derechos de todos los animales. Mantener esa manifestación es mantener firme nuestro compromiso por los animales y demostrar que vamos a seguir adelante con nuestro trabajo”.
Para la presidenta del PACMA, haber conseguido poner fin al Toro de la Vega demuestra que el apoyo de sus votantes “ha servido para ejercer presión política” y está convencida de que “más pronto que tarde” obtendrán representación parlamentaria: “Es una tendencia que estamos marcando constantemente. Cada vez que nos presentamos a unas elecciones duplicamos resultados. Por poner un ejemplo: en las elecciones anteriores a 2011 conseguimos 64.000 votos, en 2011, 102.000 , y en 2015, 220.000. Ahora ha pasado muy poco tiempo pero yo creo que cada vez somos una opción considerada de manera más seria por muchos ciudadanos porque entienden que no es excluyente defender a los animales con defender otras causas sociales. Siempre pongo el ejemplo de que yo durante muchos años he dado clases de castellano gratuitas para inmigrantes. En un momento determinado consideré que debía de ampliar mi círculo de consideración moral también a los animales y ahora mismo me considero parte de un proyecto muy amplio que defiende a los animales, el medio ambiente y la justicia social”.
Pese a las especulaciones, el partido animalista ha dejado muy claro que se presentará en solitario a las elecciones de junio y que tiene muy poco en común con Podemos:
“Hay que sumar fuerzas, juntos podemos, hay que sumar y no restar... me parece un discurso muy bonito pero la realidad es que cómo podemos unirnos a un partido que ni siquiera se quiere comprometer con la prohibición de la tauromaquia”, afirma Silvia refiriéndose a las declaraciones que Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos, realizó en el I encuentro de pensamiento y acción animalista, Capital Animal, y en las que afirmaba que “el prohibicionismo genera victimización” hablando de la tauromaquia y dando a entender que no debían prohibirse las corridas de toros.
“Me parece una completa excusa para justificar lo injustificable y es que no quieren prohibir la tauromaquia. Me pregunto si tampoco querrían prohibir los desahucios. Él está a favor de prohibir los desahucios y otras medidas injustas así que, ¿por qué no la tauromaquia? Es precisamente esa la contradicción de la que hablamos. No tienen ningún compromiso con los animales”, comenta Silvia Barquero.
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