La asociación Refugio Canino Almendralejo (Recal), en Badajoz, nicia una recogida de firmas para prohibir el lanzamiento y la venta de estos artefactos en el municipio.
En la Nochevieja de 2017, a las 23:50 horas, justo antes de las campanadas, la asociación Refugio Canino Almendralejo (Recal), en Badajoz, recibió un aviso de un gato al que le habían puesto un petardo en la boca. Las personas que presenciaron el suceso —publica la asocición canina en su página de Facebook— cuentan que oyeron la explosión y vieron a tres individuos salir corriendo del lugar de los hechos.
"El pobre animal, salió despavorido y un coche le golpeo la cabeza". Después de que el veterinario examinara al animal, certificaron que había habido una explosión de un petardo en el interior de la boca del felino, ya que toda la cavidad estaba destrozada por quemaduras "y esto no pudo ser provocado por el impacto del coche". Finalmente, como informa Refugio Canino Almendralejo (Recal), el animal tuvo que ser eutanasiado. "Es increíble como pueden darse estos sucesos. No tenemos palabras para calificar este acto de crueldad totalmente intolerable", rechazan desde la asociación.
"No puedo entender qué se le puede pasar a un individuo por la cabeza para hacer algo así, buscando disfrute personal. Estamos criando monstruos, porque el que hace esto y disfruta, estoy segura que se trata de un futuro depredador, un asesino", comentó una usuaria en la publicación. "Ojalá un día nos demos cuenta de que la palabra animal como insulto no existe. Un animal jamás haría estas atrocidades. Un animal es bondad y supervivencia. La palabra humano debe ser el insulto. Esto es un horror", dijo otra.
La propia asociación canina ha lanzado una petición en change.org para prohibir el lanzamiento y la venta de petardos en este municipio de Badajoz. La propuesta, presentada esta semana, ya cuenta con más de 8.000 firmas y está dirigida al Ayuntamiento de Almendralejo y a la Junta de Extremadura.
Comentarios