Hartas de recibir respuestas como "aquí no hay ropa para vosotras", Sonia y Miriam Mulero acaban de abrir en Jerez un nuevo comercio centrado en prendas femeninas de tallas grandes.

Solo hace falta echar una mirada a los escaparates de las grandes tiendas de moda femenina. Maniquíes de figuras estilizadas, algunos incluso con grandes pechos, vistiendo trajes de tallas inferiores a la 40. A pesar de que pasan los años, y aunque en algunas pasarelas de nivel internacional ya se ha puesto sobre la mesa el tema de la extrema delgadez de las modelos, parece que el estereotipo de mujer para el que trabajan la mayoría de las grandes firmas es el mismo: mujer joven y delgada.

“A mí me han tratado muy mal, tanto en tiendas de franquicias como en pequeños comercios. Es duro que te vean y del tirón te digan: aquí no hay ropa para ti”. Quien habla es Sonia Mulero, 28 años. Reconoce que no le importa que le digan curvi, gordibuena e incluso gorda si no es de manera despectiva. Es más, afirma sentirse “súper contenta” con su cuerpo a excepción de sus cejas —“me gustaría tenerlas más pobladas"—, pero critica que a mujeres como ella se les haga un mundo encontrar prendas de su talla y que además sean bonitas. “A excepción de dos o tres grandes marcas, las demás no tienen en cuenta a las personas con tallas grandes”, señala. Por eso mismo, y junto a su hermana Miriam, de 33 años, acaba de inaugurar en la barriada de Los Pinos, entre las avenidas Rafa Verdú y de la Universidad, la primera tienda de moda en Jerez dedicada a este tipo de clientas, Sonia Up Shop, con prendas desde la XL hasta la 7XL.“La vida es demasiado corta para vestirla aburrida”, reza el letrero de su comercio. Y es que uno de los problemas a las que se enfrentan las mujeres que usan tallas grandes es que, o bien no encuentran ropa o la que hay parece encaminada a una clienta entrada en años. “Aquí la gente que viene se está sorprendiendo de la ropa, no solo por la calidad, sino por los diseños tan modernos que tenemos”, presume Sonia, que regenta desde hace años una peluquería en la misma barriada de Los Pinos. “La verdad es que podría haber seguido con la peluquería, porque me va bien, pero abrí la tienda por dos motivos. Primero por mi hermana, que estaba parada y con una hija, y esto le supondrá un sueldo. Y después porque quiero que todo el mundo pueda encontrar ropa de su talla”.

Sonia Up Shop, que en principio solo trabaja ropa femenina, aunque en el futuro también comercializará masculina, abrió físicamente el pasado 11 de agosto, pero de manera online ya comenzó a vender hace dos semanas. Facebook e Instagram han sido sus dos principales canales para darse a conocer, algo que le ha permitido vender, por ejemplo, 150 leggings en apenas 10 días. “Estamos recibiendo pedidos de toda España, porque es que tiendas especializadas como la nuestra hay pocas. De hecho, los dos primeros envíos se hicieron a Madrid y Álava”, explica Sonia.

Mientras hablamos con las hermanas Mulero entra una clienta, Noelia Delgado, que compra un traje y unos pantalones. Conoce a Sonia porque es clienta habitual en su peluquería y, desde que conoció que abriría la tienda, contaba los días para hacerles una visita. “Cuesta encontrar ropa grande y bonita, para gente joven como nosotras. En algunas tiendas las hay, pero la calidad no es buena. A mí los pantalones me caducan al mes”, bromea con un poso de crítica. Además, señala que aquí “no me da vergüenza decir la talla que uso. Es difícil probarte la talla más grande y que no me entre. Y que encima me digan: pruébatelo, a ver si…, sabiendo además que no me va a quedar bien”.Mientras que Sonia afirma estar “súper contenta” con su cuerpo, Miriam no puede decir lo mismo. Engordó 30 kilos tras su embarazo, y aunque ha perdido 13 kilos para situarse en sus actuales 86, recuerda cuando jugaba al fútbol sala en el Guadalcacín. “Estaba muy delgada, porque tenía que entrenar a diario tres o cuatro horas. Pero bueno, no es que me de igual perder peso, pero ya no es mi obsesión. Además ahora casi me conviene estar gordita para saber qué es lo que quieren y necesitan mis clientas”.

Lo que tienen claro ambas es que, mientras colectivos como el de gais o lesbianas están ya aceptados en la sociedad, el de los obesos aún está visto como gente “insana”. “Yo estoy gorda y estoy sana”, replica Sonia, que además critica el menosprecio que sufren a veces estas personas. “El otro día mismo me pasó en Conil. Salí de fiesta a una discoteca y al salir, un grupo de chicos le decía a uno: la gorda para ti”.

Lo cierto es que, curiosamente, las hermanas están comprobando cómo ahora muchas clientas de tallas S, M, o L, al ver lo atractivo de sus productos, les reclaman estas tallas e incluso critican que todas sean grandes. “Ahora se dan cuenta de lo que pasamos a la hora de vestirnos”, dice Sonia, que aun así ya está complaciendo a estas clientas y trayéndoles ropa de su talla.Sonia Up Shop (barriada Los Pinos, Bloque 12, local 39) abre en agosto de lunes a viernes de 17:30 a 20:30 y los sábados de 10 a 14. A partir de septiembre abrirá de 10 a 13:30 y de 17:30 a 20:30 de lunes a viernes, y en horario de mañana los sábados.

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Jorge Miró

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