En un terreno de una hectárea, en pleno Parque Natural de Los Alcornocales, cultiva tomates, patatas, pimientos, setas… con la idea de vivir de ello. Pero Berta y su marido comprobaron lo complicado que es subsistir de la venta de productos agroecológicos. “No estaba siendo rentable”, confiesa, pero su entorno comenzó a demandarle comida vegana. Ella lo es, y su familia también, por lo que vio un filón comercial para poder reconducir la situación. ¿Pero cómo darle salida? Un día, hojeando una revista, vio una foodtruck, camiones-restaurante adaptados para poder preparar y vender todo tipo de comida callejera. Y se puso manos a la obra. “Queremos que sea diferente e innovador”, comenta Berta a lavozdelsur.es, y añade que su negocio no solo será ecológico por los alimentos que ofrecerá, sino que también lo será energéticamente, ya que instalará placas solares y molinillos de viento, que almacenarán la energía en baterías de litio, y además ahorrará agua y usará envases biodegradables.
El proyecto, llamado Agua Viento Water Mind, estima que costará unos 50.000 euros, para lo que en estos momentos está buscando financiación. Y no va por mal camino. La joven, natural de Los Barrios, ya cuenta con unos 10.000 euros de fondos propios, otros 20.000 euros que espera obtener gracias a una subvención de la Junta —Emprentur— y los 3.000 euros que ha conseguido al ser una de las tres ganadoras de la primera edición del concurso Gira Mujeres, impulsado por Coca Cola para fomentar el emprendimiento femenino, entre más de 4.500 candidatas.
La idea de Berta Pérez es poner en marcha su foodtruck a finales de verano de 2018, después de conseguir la financiación necesaria y los permisos pertinentes, fecha desde la cual quiere recorrer conciertos, mercados y festivales de la provincia y de toda Andalucía con su proyecto ecovegano, sin usar productos de origen animal y con platos como chorizo de calabaza o atún con pipas de girasol. Todo sacado de su huerta, “sin intermediarios”, destaca. O, a unas malas, surtiéndose de productos de alguno de los miembros de la Red Agroecológica de Cádiz, de la que forma parte, y que busca promover la agroecología y “devolver la soberanía a la gente del campo y a las personas que pretenden llevar una forma de vida más natural”. Así, eliminando intermediarios, cuenta Berta, quiere ofrecer comida ecovegana “a precios económicos”. El menú variará en función de la temporada y del evento. “Nos gusta ir cambiando y adaptándonos”, relata, y explica que se centrará en hacer “comidas tradicionales y veganas”.
El negocio rodante de Berta también quiere ser diferente en otros aspectos, apostando por los platos para intolerantes al huevo y a la lactosa, para celíacos —personas que no pueden comer gluten— y adaptando la foodtruck para personas con movilidad reducida. Por todos estos valores, e incluso por la idea de reivindicar la figura de la mujer como cocinera en detrimento del estereotipo del chef masculino, han premiado un proyecto que más pronto que tarde estará recorriendo las carreteras de la provincia. El Centro Andaluz de Emprendimiento (CADE) de San Roque la guió y fue quién le aconsejó que se presentara al concurso de Gira Mujeres, gracias al que ha recibido formación online —que ha podido compatibilizar con su labor como madre, algo que agradece—. “La pedagogía que utilizaron para explicarnos el proceso era diferente, intentaban crear una red entre mujeres para que todas pudiéramos desarrollar nuestra idea”, cuenta Berta, que al ser “una mujer rural” se veía “un poco sola” cuando explicaba su iniciativa.
Después de viajar por todo el mundo, y de conocer países como la India, esta pedagoga con un máster en Género, decidió que no quería dedicarse a la enseñanza y se fue a vivir al campo. Ella, vegana, como el resto de su familia, ha encontrado así la forma de “buscar un trabajo que se adapte a tu forma de vida”. Además de Agua Viento Water Wind, los otros dos proyectos ganadores de Gira Mujeres son Lorena Rom, de Lorena Romero (Córdoba) y Mercenatura, de Mercedes Rodríguez (Nambroca, Toledo), seleccionados entre un total de 4.643 de todo el país, tras pasar por dos fases, una primera de formación presencial, otra online y, por último, la presentación de las iniciativas. El concurso, así, busca aumentar la tasa de ocupación femenina de España, que ahora está en torno al 51%, siendo así la quinta por la cola de todos los países europeos.
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