"Desde hace cientos de años el ser humano ha usado compost para mejorar la tierra. Hoy en día es una forma de reducir los residuos urbanos", incide la UTE Calandrias, la planta de reciclaje de Jerez, que trata los residuos de varias localidades de la provincia. El compost natural es un abono orgánico que se obtiene a partir de la descomposición natural en presencia de oxígeno de residuos orgánicos, por medio de microorganismos como bacterias y hongos (compostaje) o de lombrices (vermicompostaje).
En Las Calandrias se hace en grandes cantidades. Esta factoría, ubicada en la barriada rural de El Portal de Jerez, realiza un enorme esfuerzo por llevar a cabo todo el proceso de reciclaje. En un primer paso, los camiones descargan los residuos, que los llevan en dos compartimentos según el tipo de contenedor, el gris o el amarillo. Para llegar del foso hasta las cintas de tratado, se realiza un proceso de tratamiento y separación, a través de unos ganchos enormes que retiran los metálicos y unos trómeles enormes que se dedican a descomponer la basura, a romper las bolsas, en una especie de lavadora gigante inclinada y con ganchos en su interior.
El factor humano entra en juego para retirar muchos envases que llegan al contenedor de orgánicos, y otros elementos que son más difíciles de recuperar y que se separan manualmente para su posterior tratamiento, desde cartones, aluminios y plásticos. Por ello, también es importante la colaboración ciudadana, para que el reciclaje sea lo más óptimo posible.
En Las Calandrias, tras la reciente licitación del servicio, se invertirán 20 millones de euros en nueva tecnología, en la modernización de la planta y en la construcción de un nuevo edificio administrativo donde irá también un aula medioambiental.
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