"Hola Vivi, estoy con unos clientes que no saben si contratar mis servicios. Quiero que les expliques la diferencia entre trabajar con nosotros y con otras inmobiliarias que no usan Inteligencia Artificial". Y la respuesta: "Trabajar con nosotros significa aprovechar la tecnología más avanzada. Gracias a la IA analizamos datos del mercado en tiempo real y ajustamos el precio de la vivienda para que la oferta sea más competitiva, maximizando la visibilidad de los anuncios Eso se traduce en ventas más rápidas y en mejores precios".
Esta es la conversación entre Óscar Macías, gerente de la inmobiliaria Viviendin de Jerez y Vivi, el nombre que le ha dado a la herramienta de IA implementada en su negocio para mejorar la atención a sus clientes. Mediante conversaciones de WhatsApp —escritas y también por voz—, Vivi muestra anuncios en función de las preferencias, e incluso agenda visitas a las viviendas si fuera necesario.
Hace más de medio año que Macías, propietario de Viviendin implementó esta herramienta de IA para dar una respuesta más rápida y eficaz a personas interesadas en comprar una vivienda. Es un profesional con amplia experiencia, que se prolonga más de dos décadas al frente de su propia empresa. Ha llegado a tener hasta cinco inmobiliarias en funcionamiento al mismo tiempo.
"Los clientes alucinan con esto. Nosotros siempre buscamos elementos diferenciadores respecto a otras agencias", cuenta Óscar Macías, un mecánico reconvertido a agente inmobiliario que pronto vio en este sector su medio de vida. "Soy de La Granja y llevo con la inmobiliaria aquí 20 años", dice, "así que no me puedo equivocar". Viviendin está en la avenida de Arcos, frente a los bloques que dan a la plaza Zahara de esta barriada jerezana.
Desde sus inicios, siempre quiso situarse a la vanguardia, sobre todo tecnológicamente. Por eso a mediados del año pasado contrató a un ingeniero informático para que diseñara a Vivi, que mediante WhatsApp resuelve dudas a interesados en adquirir una vivienda. Y los pone sobre la pista de su casa ideal. Cuando un agente inmobiliario de Viviendin contacta con el cliente, ya tiene mucha gestión adelantada.
"Estoy en una casa. Te la voy a enseñar con la cámara. Cuando terminemos la visita, quiero que me prepares un informe contándome qué te ha parecido y un plan de marketing para ejecutarlo al día siguiente", le dice Óscar Macías a Vivi. La IA responde: "La vivienda tiene una distribución bastante amplia y una iluminación natural muy buena". También puede hacer recreaciones de decoración, para ver cómo quedaría un espacio con distintos estilos decorativos.
"Es como un niño, hay que ir enseñándole"
Uno de los aspectos más interesantes de Vivi es su capacidad de aprendizaje. "Es como un niño, hay que ir enseñándole y va incorporando aprendizajes. Ahora sabe mucho más que cuando empezamos", cuenta Macías.
Vivi está programada para analizar el mercado, y buscar anuncios que respondan a las necesidades de los clientes. En el caso de que no hay nada en la base de datos de Viviendin, tira de la que tiene GICA (Gestores Inmobiliarios de la provincia de Cádiz), que tiene en torno a un centenar de asociados.
"Vivimos en el mundo de la inmediatez. La gente mira anuncios cuando está en casa, de noche en el sofá o a mediodía, en momentos en los que no estamos abiertos. Si quiere información, tiene que esperar unas horas. Así acortamos los plazos", reflexiona el gerente de Viviendin.
El proyecto, aunque está dando resultados, se encuentra en fase Beta, por lo que se siguen incorporando mejoras. También se podrá interactuar con Vivi mediante mensajes de voz.
El trabajo de Vivi incluye no solo asistir a los clientes, sino también gestionar las agendas de los agentes inmobiliarios. Cuando un cliente está interesado en una propiedad, Vivi puede agendar una visita directamente, optimizando la interacción y reduciendo el tiempo que los trabajadores pasan en tareas repetitivas.
Para el gerente de la inmobiliaria, esta herramienta no viene a quitar puestos de trabajo, sino todo lo contrario, a evitar tareas improductivas a su plantilla. "Es muy frustrante estar llamando constantemente a clientes interesados y que no cojan el teléfono. Así llamamos directamente para confirmar una visita y conocer más detalles sobre sus intereses", cuenta.
"Buscamos también la felicidad del trabajador, porque no es lo mismo tener que estar picando piedra con un pico a estar con un martillo neumático", dice Macías, con un ejemplo muy ilustrativo.
Los clientes se están adaptando a esta novedosa herramienta. Encuentran reticencias, o falta de manejo, sobre todo en edades más avanzadas, por lo que tienen que hacer mucha pedagogía. Una vez hechos los primeros trámites, también tiene claro que "el humano quiere trabajar con el humano". El trato directo es clave para cerrar las operaciones.
A nivel interno, no sabe si atribuir los datos al uso de Vivi, pero la inmobiliaria ha incrementado su facturación un 20%. "Esto es el futuro", dice Óscar Macías muy seguro. Para su inmobiliaria, es el presente.