En los últimos años, la impresión 3D ha conseguido transformar una gran variedad de industrias, incluida la farmacéutica.
Aunque en el sector sanitario comúnmente asociamos las impresoras 3d con la creación de prótesis y órganos artificiales, la impresión en tres dimensiones también ha llegado hasta las farmacias, dispuesta a revolucionar la forma en la que producimos y consumimos los medicamentos. Una tecnología que ha abierto todo un abanico de posibilidades que van mucho más allá de la simple personalización de pastillas o píldoras.
Pero ¿qué avances ha traído la impresión 3D a la industria farmacéutica? Lo analizamos a continuación, ¡quédate!
Medicamentos a la carta, una realidad no tan lejana
¿Qué ocurriría si fuese posible imprimir medicamentos a la carta? ¿Puede salir una pastilla de los filamentos impresora 3d? Esto implicaría que, en lugar de comprar medicamentos fabricados industrialmente, los pacientes podrían dirigirse hasta su farmacia donde se le imprimiría los fármacos prescritos, diseñados según sus propias necesidades y requerimientos específicos.
Esto no solo supone una revolución en la industria farmacéutica, sino que también ayudaría a mejorar la precisión de las dosis y la facilidad de las tomas, especialmente en el caso de las medicinas destinadas a los más pequeños de la casa.
Pues esto es ya una realidad. Spritam, una pastilla para las convulsiones producidas por la epilepsia, marcó un hito al convertirse, en 2015, en el primer medicamento impreso en 3D aprobado en Estados Unidos por la FDA para su distribución en farmacias y hospitales, sin la necesidad de formar parte de un programa de pruebas.
En España, el Departamento de Farmacia del Hospital Vall d´Hebron en Barcelona ha iniciado este año un primer ensayo destinado a evaluar la eficacia, tolerabilidad y la aceptación de un medicamento pediátrico confeccionado mediante la tecnología de impresión 3D. Este fármaco se convertirá en el primer fármaco creado de esta forma en Europa. De esta manera, será posible personalizar la dosis del principio activo para cada niño, reduciendo al mínimo los posibles errores en la administración.
Además, su novedosa formulación tiene como objetivo mejorar la experiencia de los pacientes y sus familias, ya que ofrece diferentes opciones en cuanto a sabores, aromas, formas y colores.
Múltiples posibilidades para personalizar los tratamientos
Esta peculiar forma de personalizar los tratamientos farmacológicos, va mucho más allá de la forma y la dosificación. La impresión 3D también permite controlar la liberación del principio activo en el organismo, lo que significa que se podrían crear pastillas que actúen en distintos momentos o áreas específicas del cuerpo. Además, podría permitir la combinación de múltiples medicamentos en una sola pastilla, lo que mejoraría significativamente la comodidad del paciente.
Otro problema que la impresión farmacéutica 3D podría ayudar a resolver sería también la creciente escasez de determinados medicamentos en las farmacias, ayudando a reducir el tiempo asociado a los procesos de fabricación, distribución y comercialización de los fármacos.
La farmacia personalizada está cada vez más cerca, y será gracias a la tecnología 3D. A medida que se vayan superando los desafíos técnicos y legales, la impresión 3D farmacéutica se perfila como un avance revolucionario con el potencial de mejorar la precisión, la eficacia y la accesibilidad de los tratamientos médicos.
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