Una empresaria lanza una colección de ropa hecha con las sobras de salmón y bacalao

La brasileña Fabiana Thorres apuesta por la moda sostenible con este proyecto que ha desarrollado en tres años recogiendo residuos de pescado de otros países como Dinamarca

Fabiana Thorres impulsa una colección de ropa hecha con salmón y bacalao.

La moda sostenible pretende darle una vuelta al sector, el segundo más contaminante del mundo. Así nacen nuevas propuestas como la última colección de la empresaria brasileña Fabiana Thorres. Unas 30 prendas hechas a mano con los desperdicios de salmón y bacalao. Su idea es transformar los residuos del mercado pesquero en tejidos de calidad, según ha contado a la Agencia EFE

Desde su empresa, con 25 años de trayectoria en Río de Janeiro y Portugal, la diseñadora ha trabajado durante tres años en este proyecto innovador que utiliza las sobras de pescado. 

Según Fabiana, hay toneladas de la materia prima de su ropa, por ejemplo, en Noruega, Dinamarca o Finlandia hay mucho bacalao. “No estamos matando al pez para hacer la ropa sino trabajando en los residuos que existen. Nuestra intención es tener un descarte mucho menos contaminante”, afirma la empresaria que a veces deja las pieles del sector a tamaño natural y otras, las corta a tiras. 

Una vez seleccionadas y curtidas las pieles, sus 30 trabajadores en Río de Janeiro y 8 en Portugal se ponen manos a la obra. La piel del salmón y del bacalao, según explica, es "superresistente", incluso más delicada que el cuero y, aunque pueden surgir ciertas dudas, no huele. 

Fabiana ya experimentó esta iniciativa en Amazonia tras dedicarse durante un tiempo a las mascarillas de tela, la ropa deportiva y los bikinis. Allí, se lanzó con la moda con peces, en ese caso, de salmón, pirarucú y tilapia. "Cuando las pieles comenzaron a tirarse de una manera correcta, se convirtieron en una fuente de ingresos para todas las comunidades completamente olvidadas de la Amazonia", añade.

Otras empresas del mundo como Nortdic Fish Leader en Islandia o la española Idunnbags ya se suben al carro de este modelo de economía azul que busca aprovechar los residuos de pescado para elaborar ropa, cinturones y bolsos. 

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