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¿Es una cafetería? ¿Es una tienda de muebles? ¿Es una oficina? En realidad es todo en uno. Coso, una tienda que lleva abierta algo menos de dos meses en la avenida Descartes, en la zona de Palos Blancos, aúna todos esos conceptos. La idea surge de una de sus impulsoras, Charlotte Schoenmakers, que es holandesa, país en el que hay muchos espacios como éste. "Siempre he trabajado como autónoma y en Amsterdam es muy normal coger tu portátil e ir a algún sitio a trabajar. Hay un montón de lugares donde la gente se encuentra y hacen contactos", cuenta. En definitiva, un punto de encuentro en el que poder trabajar y desarrollar tu negocio, además de poder tomar café, comer o leer algo.

En Coso se vende todo. O "casi todo", matiza Charlotte. Por eso su decoración cambia cada cierto tiempo. "El concepto es que si te sientes cómodo en una silla te la puedas llevar", dice la holandesa, que añade: "Estar aquí es una experiencia, porque si vienes la semana siguiente puede que todo haya cambiado". Sillas, mesas, lámparas, cuadros, muebles... El abanico de productos a la venta es bastante amplio. Por eso también tienen que estar continuamente buscando otros muebles para reponer los que vendan. "Tenemos un almacén y siempre estamos buscando muebles de recambio, aquí casi todo es de segunda mano", explica Diego Burgin, un argentino que es la otra pata de Coso junto a Charlotte. También importan madera de Holanda y ellos mismos construyen muebles. "Ese de ahí lo ha hecho Diego", dice Charlotte señalando un sillón construido con palés. En el tiempo que llevan abierto, unos dos meses, ya han variado la decoración un par de veces.

Además tienen servicio de cafetería, con una gran variedad de sándwiches, dulces naturales y smoothies (batidos de frutas) y también venden productos que les hacen llegar pequeños empresarios. Esa es la filosofía de Coso. Ser, además de un lugar de encuentro, una plataforma para impulsar a pequeños emprendedores. Tienen té de un jerezano que lo compra fuera y lo envasa aquí, dulces de un chico de Marbella, complementos de una chica que compra el cuero en Ubrique y hace pulseras y bolsos, muebles de un vecino de Cortes de la Frontera y complementos de todo tipo que les llegan de Sevilla, de un arquitecto italiano que reside en la capital hispalense y que dedica su tiempo libre a diseñar joyas. ¿Por qué no tienen más proveedores jerezanos? Charlotte responde: "Porque no hay mucha gente dada de alta para poder facturar. Hemos encontrado cosas maravillosas, unos dulces riquísimos, pero no podemos venderlos", lamenta.

Fachada de la tienda Coso, en la avenida Descartes. FOTO: MANU GARCÍA.

"Promocionamos a la gente para que puedan tener su negocio el día de mañana, que esto sirva como plataforma para darse a conocer", añade Diego Burgin. "Tenemos dos tipos de contratos: Uno que ofrece un sitio fijo y una pequeña comisión por venta y otro que solo lleva comisión, sin un sitio determinado", explica. Ya son varios los emprendedores que exponen sus trabajos en Coso y otros muchos que lo eligen como lugar donde ir a trabajar. "Hay un hombre que viene todos los martes y jueves porque sabe que aquí va a estar tranquilo", dice Charlotte. "Tenemos 120 megas de WiFi", dice Diego, "por lo que la conexión es muy buena para trabajar sin problemas".

En Coso son distintas hasta las paredes. Para poder pintar la carta tienen un par de muros a modo de pizarra. "Logramos la mezcla con la pintura y la verdad es que está muy bien", dice Charlotte. Diego confiesa que buscó cómo hacerlo en YouTube. También trabajan ya en fomentar el intercambio de libros. Por ahora tienen unos cuantos en la estantería que está junto a la entrada y que pueden coger todos los clientes. La idea es que vayan dejando a la vez que cogiendo. En la puerta una bicicleta holandesa indica que el establecimiento está abierto. Junto a ella tienen previsto montar una terraza, pero "sin mesas de Coca Cola ni las típicas sombrillas", dice Diego. ¿Y el nombre de Coso, de dónde viene? "¿Sabes el triángulo que traen las pizzas para que no se pegue el queso a la caja? Pues a eso en Argentina le decían el coso. Es como que si no sabes el nombre de alguna cosa, es el coso". Duda resuelta.

Sobre el autor:

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Francisco Romero

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Antes de terminar la carrera, empecé mi trayectoria, primero como becario y luego en plantilla, en Diario de Jerez. Con 25 años participé en la fundación de un periódico, El Independiente de Cádiz, que a pesar de su corta trayectoria obtuvo el Premio Andalucía de Periodismo en 2014 por la gran calidad de su suplemento dominical. Desde 2014 escribo en lavozdelsur.es, un periódico digital andaluz del que formé parte de su fundación, en el que ahora ejerzo de subdirector. En 2019 obtuve una mención especial del Premio Cádiz de Periodismo, y en 2023 un accésit del Premio Nacional de Periodismo Juan Andrés García de la Asociación de la Prensa de Jerez.

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