La fórmula mágica para el éxito contiene unión familiar, ilusión y dedicación. El Grupo Lucas, que nació en 1970 de la mano de Manuel Lucas, ha sabido arreglárselas para crecer durante más de medio siglo hasta convertirse en una de las empresas de renombre en el sector hortofrutícola español. En 1984 los hijos del impulsor se incorporaron al negocio y ayudaron en las tareas agrícolas para que el proyecto brillara desde la pedanía murciana de El Raal.
La compañía, líder en producción y venta de hortalizas frescas a nivel nacional, se dedica a curtivar verduras con los más altos estándares de calidad durante los 365 días del año. Una plantilla de 500 trabajadores realiza su labor en 60.000 metros cuadrados de instalaciones, 25.000 metros cuadrados de centros de manipulación y 2.500 hectáreas de cultivo.
"Para nosotros es esencial la motivación de nuestros empleados, por ello somos firmes defensores de la promoción interna, ofreciéndoles oportunidades para que no solo puedan mejorar en su desarrollo personal, sino también en la profesional. Al igual que tenemos un firme compromiso con el uso de los recursos naturales, de forma que el uso de los mismos sea totalmente sostenible y responsable", sostiene Grupo Lucas, que también mantiene un fuerte compromiso con la calidad y el medio ambiente a través de iniciativas para reducir los plásticos.
Seguir creciendo y consolidar su posición actual es uno de los objetivos de esta empresa que quiere traspasar fronteras y continuar con su expansión en el mercado internacional, empezando por el territorio europeo. "Poniendo siempre en el centro de nuestro crecimiento a nuestros clientes y empleados, apostando por la mejora continua de nuestros procesos, la innovación y siendo fieles a nuestra marca", explican.
Grupo Lucas se caracteriza por su tradición pero también por la importancia que le otorga a la innovación como principal motor para seguir remando. Así presenta un proceso de compostaje muy cuidado. En primer lugar, camiones especializados llevan hasta la planta residuos agropecuarios procedentes de granjas ganaderas y explotaciones agrícolas. Dentro de la planta, estos residuos agropecuarios se estructuran en pilas y se inicia el proceso de compostaje. Una vez obtenido el compost se carga de nuevo en camiones especializados que lo llevan a explotaciones agrícolas que lo utilizarán como abono natural.
Algunos de los elementos de sus plantas de compostaje son dos zonas de compostaje en forma de vaso, un embalse para lixiviados impermeabilizado y con un sistema de seguridad y control, o una nave para el tratamiento de lixiviados. Además cuenta con un sistema para desinfectar vehículos a la entrada y a la salida y un sistema de riego autoabastecido para mantener la humedad. También dispone de maquinaria para cargar, descargar y voltear el compost, sistema de cortavientos a través de árboles y cierre perimetral de toda la planta.
En su terreno crece un total de 23 tipos de productos entre los que destacan menta, kale, espinaca, perejil, cilantro, baby, corazones, maíz dulce o acelga. "Nos mueve el afán de superación, de hacer que cada día la calidad de nuestros productos sea mejor", comentan.
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