Hace más de 25 años que el jerezano Roberto Carlos Ortega acabó la carrera de Derecho y echó los dientes en esto de la abogacía junto a su padre, Antonio Ortega. A sus 70 años, el que fuera abogado laboralista de Comisiones Obreras y fundador de su propio despacho, Laborum, ha superado sus reticencias iniciales y, gracias al empeño de su hijo y a la demostración empírica, la Inteligencia Artifical (IA) aplicada al mundo jurídico ya no tiene secretos.
"Él sigue activo, está perfecto, pero esto de la IA le generaba reticencias". Tras manejar el copiloto de IA que ha impulsado Roberto Carlos, ha visto que los informes a los que antes dedicaba tres horas, de repente los tiene en diez minutos, "con la misma fundamentación jurídica, las mismas sentencias... ahora con 70 años, mi padre está super contento con LegalNeuron".
Un abogado jerezano y un ingeniero informático brasileño
Junto con el ingeniero informático de origen brasileño Adriano Caldas, el jurista jerezano ha puesto en marcha esta app que agiliza de forma brutal tediosos y farragosos procedimientos en el día a día de la práctica jurídica. Pero no solo en el mundo de los despachos de abogados, como explica, sino también en administraciones públicas. "Al final, por ejemplo, un técnico de Urbanismo está constantemente consultando fundamentos jurídicos y esto agiliza mucho esa tarea para la que hasta ahora necesitaba ayuda de otro técnico que, probablemente, estaba saturado de varios temas sobre la mesa y no respondía rápido".
En apenas 15 días de comercialización en este mes de septiembre, LegalNeuron ya ha sumado unos 200 suscriptores de toda España, asegura Roberto Carlos Ortega, un abogado que hace ya mucho que camina solo y cuenta con despachos en Jerez y Marbella, dos centros de trabajo donde despacha un millar de expedientes al año y en los que ha defendido con éxito importantes casos de negligencias médicas.
La herramienta que está impulsando junto con su socio se presenta como la primera aplicación de inteligencia artificial entrenada específicamente en Derecho español, diseñada para cambiar la manera en la que trabajan abogados, administraciones públicas, academias de oposiciones y universidades. La plataforma no solo redacta, analiza y produce documentos jurídicos en cuestión de segundos, sino que además ofrece una característica diferencial: cada profesional puede entrenar su propio modelo de IA para que razone y redacte como si fuera parte de su despacho.
Una revolución en los despachos jurídicos
La herramienta ya ha comenzado a implantarse en despachos y organismos, atrayendo tanto a gestorías, bufetes de distintos tamaños y administraciones públicas, como a universidades y academias de oposiciones. Gracias a su capacidad de personalización, LegalNeuron no solo entiende el Derecho, sino que también aprende el estilo de trabajo de cada cliente, lo que le permite convertirse en una auténtica extensión del propio despacho.
La plataforma está respaldada por expertos de prestigio como Alejandro Criado, referente nacional en Urbanismo, y por instituciones educativas que han comprobado cómo la eficiencia y la precisión se multiplican en el día a día al incorporar esta tecnología.
"La IA no es el futuro, es el presente. Y herramientas como éstas hacen que el bueno sea muy bueno", defiende sin ambages Roberto Carlos Ortega. LegalNeuron puede gestionar una amplia variedad de documentos jurídicos: contratos, citaciones, requerimientos, demandas, testamentos, recursos, informes o estatutos, entre muchos otros. Su motor de IA, potenciado por grandes modelos de lenguaje desarrollados por OpenAI, Google o Meta, garantiza resultados con una tasa de error de apenas el 2,9%, frente al 12-15% que presentan sistemas de uso general.
Otro de sus puntos fuertes es la seguridad de los datos. La app emplea cifrado robusto, elimina los archivos en 24 horas y cumple estrictamente con el RGPD, garantizando que la información de los clientes nunca se utilice para entrenar modelos externos.
Un aliado para estudiantes y opositores
En el ámbito educativo, LegalNeuron ofrece un valor añadido único: universidades y academias de oposiciones pueden entrenar modelos propios con temarios específicos, adaptados a cada asignatura o examen. Así, los estudiantes cuentan con un apoyo 24/7, resolviendo dudas en segundos y reforzando su preparación con contenidos alineados con la metodología de sus docentes.
El resultado es un aprendizaje más profundo, personalizado y efectivo, que mejora las probabilidades de éxito de los opositores y el rendimiento académico en general.
Las previsiones que manejan los promotores de esta novedosa IA jurídica pasan por alcanzar los más de 7.000 suscriptores mensuales y una facturación que ronda los 700.000 euros, para tratar de posicionarla en este ámbito muy por delante de competidores como Maite o ChatGPT-5 en el terreno jurídico. Mientras que otros sistemas ofrecen respuestas genéricas o carecen de integración con jurisprudencia española, esta app, comenta su impulsor, "proporciona soluciones precisas, prácticas y listas para ser utilizadas directamente en la profesión".