Cádiz respira otra vez alegría y optimismo. En una época marcada por el fuerte desempleo y el crecimiento del narcotráfico en el Campo de Gibraltar, el fútbol es más que nunca el opio del pueblo gaditano. El Carranza vibra con su equipo, uno que ya mira hacia las primeras plazas. El Cádiz CF, tras un convulso inicio, ha remontado el vuelo para encaramarse a la parte alta de la clasificación colocándose a las puertas del ‘play-off’ de ascenso con su último triunfo, el quinto de manera consecutiva en lo que a los compromisos de Segunda División se refiere. Con un noviembre para enmarcar, el conjunto cadista ya ilusiona tanto como el equipo de 2005, el último en lograr el ansiado ascenso a Primera División para pasear el amarillo por los templos del fútbol español, como en los felices ochenta cuando un tal ‘Mágico’ González despertaba los aplausos del Carranza con cada arrancada.
Sin embargo, queda mucho camino por recorrer y un diciembre lleno de curvas. Ya se sabe que la categoría es larga y dura; y ahí está el precedente de la temporada pasada, en la que sirvió de poco el marchar en puestos de ascenso directo durante buena parte del curso.
Un noviembre para enmarcar
En una competición con 42 jornadas más la postemporada en caso de acabar entre el tercer y el sexto clasificado, hay que regular fuerzas e ir de menos a más y no al contrario. Lo sabe de sobre el Cádiz que cuenta con la experiencia de la 2017/2018, en la que desinfló en el peor momento posible. La inercia parece diferente ahora. El Cádiz ha tenido un primer tramo irregular porque hasta la décima jornada solo había ganado un partido. No obstante, hubo un antes y después tras caer con el Tenerife a finales de octubre. Desde entonces, el balance del Cádiz se resume en cinco victorias (Lugo, Elche, Reus, Córdoba y Las Palmas), dos empates (Nàstic y Sporting de Gijón) y una sola derrota (Extremadura). Números que convierten al Cádiz en el mejor equipo del mes de noviembre tras el Alcorcón, actual líder de la categoría de plata.
La resurrección de los hombres de Álvaro Cervera se plasmó con una goleada ante Las Palmas (4-1) en el último encuentro disputado en el Carranza. El Cádiz dominó todos los aspectos del juego frente a un semejante, para demostrar que tiene cualidades de sobra para aspirar a las dos primeras plazas y que brindan el derecho a un ascenso directo sin necesidad de recurrir al ‘play-off’.
El 2005, año del último ascenso
Esta vía la conoce el Cádiz, tal y como dicta su pasado reciente. No hace tanto el bloque amarillo obtuvo el billete directo, concretamente en la temporada 2004/2005. Por aquel entonces aún no existía el actual formato de ‘play-off’ y los tres primeros subían automáticamente. La nueva norma no hubiera alterado el viaje porque el Cádiz finalizó en aquella campaña en primer lugar, con un total de 76 puntos. Acompañado del Celta de Vigo y el Deportivo Alavés, el Cádiz se hizo un lugar entre los grandes con una receta que suele funcionar para este tipo de objetivos: efectividad goleadora y solidez defensiva. Y es que terminó con 68 goles a favor y solo 30 en contra. Para repetir hazaña quedan todavía cosas por mejorar porque el bloque de Cervera ya ha encajado 14 tantos.
A diferencia de entonces, el proyecto parece más asentado institucionalmente, ya que el último equipo en ascender tuvo un paso efímero por la élite del fútbol español, entre otras razones, por culpa de las malas decisiones de arriba. Solo un año después de subir perdió la categoría. Fue, no obstante, tiempo suficiente para que el Carranza disfrutase del mejor Robinho y sobre todo de una estrella naciente como era por entonces Leo Messi. Aunque desde el madridismo se quiso ver al brasileño como antídoto para el crack del Barcelona, el tiempo ha colocado a cada uno en su lugar. El de Messi es uno inalcanzable para el común de los mortales porque ha ganado todo lo imaginable con el Barça y puede presumir ya de cinco galardones del Balón de Oro. Y sus logros no parecen tener fin. Sin ir más lejos figura como el claro candidato en las apuestas a la Champions League a ganar el premio a máximo goleador de la competición.
Los felices años 80
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Hubo un tiempo en que el Cádiz pudo presumir de un jugador de casi sus mismos quilates: Jorge Alberto González Barillas. Más conocido como ‘Mágico’ González, el exjugador salvadoreño ponía en pie el Carranza cada vez que tocaba el balón. No era para menos. Muchos le colocaron a la altura de Maradona y el propio Maradona se llegó a considerar el mejor del mundo después de ‘Mágico’. Su filosofía de vida anarquista encontró el ecosistema perfecto en Cádiz, pero era incompatible con la de un equipo de la talla del Barça. Por ello, Menotti le rechazó después de llevárselo de gira por Estados Unidos junto a Maradona. Eran los felices ochenta, años en los que lideraba a un Cádiz que se codeaba con los grandes.
Aterrizó casi de rebote en el Cádiz porque muchos equipos se interesaron en ese flacucho de melena rizada, tras una actuación soberbia en el Mundial de 1982 con El Salvador. El Barça ya le seguía la pista y el Real Madrid también, pero fue el PSG el que movió ficha antes. Ambas partes tenían un acuerdo verbal, que nunca se llegó a materializar porque el extremo no se presentó para firmar el contrato. Esa falta de profesionalismo, en algunos aspectos, nunca se le echó en cara en el Cádiz, ante el amor mutuo que se profesaban y se profesan.
Una visita histórica de ‘Mágico’
Amante de las mujeres y del buen vino, las anécdotas sobre sus escapadas nocturnas y cuitas amorosas se recordaron con cariño el pasado verano,cuando ‘Mágico’ regresó a la ciudad después de 15 años de espera para recibir un cálido homenaje y presentar las camisetas del presente curso. Durante el amistoso, el Carranza rememoró sus años dorados con ‘Mágico’, ese futbolista capaz de convertir un centro desde la banda en un disparo al primer palo. Las generaciones de aficionados más jóvenes del Cádiz nunca le vieron jugar, pero le admiran tanto como los más entrados en canas porque dejó huella.
Se avecinan curvas
Vivir algo parecido a esos años ochenta parece difícil, pero no tanto al ver sobre el verde a los genios del momento como Messi. Ante la remontada que ha dado el Cádiz, son solo siete puntos los que le separan del Deportivo de La Coruña (segundo) y del ascenso directo. Las cinco victorias seguidas son un paso para empezar a soñar con retornar a Primera, aunque lo cierto es que se avecinan curvas. El mes de diciembre se presume montañoso y lleno de obstáculos ante la entidad de los rivales con los que deberá medirse antes del contacto con el 2019.
En el horizonte asoma un primer choque contra el Real Zaragoza en La Romareda, concretamente el próximo 30 de noviembre. Después el Cádiz se las verá con el Rayo Majadahonda, la gran revelación de la categoría. Dicho duelo tendrá lugar el 9 de diciembre en el Carranza. La siguiente etapa alpina será contra el Málaga en La Rosalada el 14 del próximo mes, para cerrar este periodo con una visita del Deportivo el día 22. En otras palabras, el Cádiz, en menos de cuatro semanas, se enfrentará a tres de los grandes aspirantes al ascenso como son el Zaragoza, el Málaga y el Dépor. Y enero no será mucho más sencillo con duelos previstos ante Osasuna, el Granada, el Almería y el Mallorca. En esta Segunda llena de históricos, casi cada jornada hay un duelo directo contra un adversario con las mismas aspiraciones, y vista la evolución del Cádiz ya no se puede descartar al conjunto amarillo de cara a ningún reto.
Lo más importante es que poco queda del equipo que tocó fondo entre 2008 y 2016. Fue un periodo negro en la historia del Cádiz en el que tocó vivir en primera persona el fútbol de Segunda División B, uno que nada tiene que ver con el profesional. Aquella pesadilla acabó hace dos años con su salto a Segunda. Desde entonces, ya tenido dos intentos frustrados de llegar a LaLiga Santander, primero en 2017 y después en 2018.
A la tercera puede ir la vencida para un Cádiz que presume de unos números envidiables en noviembre. Ahora toca mantenerlos durante los próximos meses y sacar los máximos puntos posibles contra los rivales con sus mismas aspiraciones. Solo así los aficionados cadistas tendrán de nuevo la oportunidad de ver en directo a las estrellas balompédicas del momento como ocurrió entre 2005 y 2006 y, sobre todo, en la década de los ochenta, cuando contaba en sus filas con un jugador capaz de hacer sombra en lo futbolístico al mismísimo Maradona.
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