El sindicato CSIF ha reclamado al alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que autorice el uso de las 20 pistolas táser adquiridas por el Ayuntamiento hace más de un año y que permanecen almacenadas sin utilizar. La petición se produce tras el incidente ocurrido este domingo durante la Romería de Valme, en el que tres agentes de la Policía Local resultaron heridos al ser atacados por un individuo armado con un cuchillo en el barrio de Bellavista.
El delegado de CSIF en la Policía Local, Santiago Raposo, ha recordado que las pistolas fueron una promesa electoral del propio Sanz cuando era candidato a la alcaldía. Según el sindicato, el regidor cumplió con la compra del material poco después de asumir el cargo, pero su uso sigue pendiente de autorización.
Raposo ha subrayado que la Policía Local cuenta con agentes formados en el manejo de estas armas eléctricas y con informes técnicos favorables que recomiendan su implantación. Dichos documentos, elaborados por expertos policiales, avalan que los táser son seguros y eficaces en determinadas intervenciones, reduciendo los riesgos tanto para los agentes como para los ciudadanos.
El sindicato insiste en que mantener este equipamiento sin utilizar supone "desaprovechar una herramienta de trabajo esencial" y reclama que las armas se incorporen cuanto antes al servicio diario. "No entendemos que sigan guardadas en un almacén mientras nuestros compañeros se enfrentan a situaciones cada vez más peligrosas", ha señalado el portavoz sindical.
El episodio ocurrido en la Romería de Valme ha reavivado el debate sobre la necesidad de dotar a los policías locales de medios intermedios entre la defensa personal y el arma de fuego. El atacante, según CSIF, fue reducido finalmente, pero el suceso se saldó con tres agentes lesionados.
Unos hechos que no son aislados
"Este tipo de hechos no son aislados", advierte el sindicato, que asegura que los policías locales se enfrentan con frecuencia a personas que portan armas blancas o se comportan de forma violenta. En estos casos, sostiene la organización, disponer de un táser permitiría intervenir con mayor seguridad y sin causar daños graves.
Raposo ha insistido en que la incorporación de estas armas no solo beneficiaría a los agentes, sino también a las personas que protagonizan los altercados. "El uso del táser evita que tengamos que recurrir al arma reglamentaria y reduce el riesgo de heridas tanto para los policías como para el propio agresor", ha explicado.
Desde CSIF recuerdan que las pistolas eléctricas son ya habituales en cuerpos de seguridad de otras ciudades españolas y en distintas fuerzas policiales europeas. La organización considera que Sevilla no debería quedarse atrás en la implantación de un recurso que ha demostrado su eficacia y su carácter disuasorio.
