El Partido Animalista PACMA ha denunciado públicamente el desorden que, según su evaluación, ha caracterizado el uso de caballos, mulos y carruajes en la reciente edición de la Feria de Abril de Sevilla. La formación ha calificado esta edición como una de las más irresponsables y caóticas que se recuerdan, a pesar de que las temperaturas más moderadas de este año habrían evitado muertes de animales o un número elevado de desplomes.
A lo largo de la feria, el equipo del partido en Sevilla ha documentado diversas escenas de posible maltrato animal. Entre las situaciones observadas se incluyen caballos en circulación hasta altas horas de la noche, jinetes en estado de embriaguez, desbocamientos, caídas y agotamiento físico. También ha denunciado la sobrecarga de carruajes, algunos de los cuales transportaban hasta once personas con solo dos animales, o incluso un único caballo tirando de ocho pasajeros.
Una de las últimas imágenes compartidas por la formación el domingo muestra a dos caballos exhaustos tirando de un carruaje con personas montadas que acaban desbocados. Ante la imposibilidad de sus responsables de calmar a los animales, estos acabaron chocándose con un árbol cercano a la Torre del Oro para posteriormente caer al suelo.
Dos caballos estresados se desbocan y se empotran contra un árbol en la Feria de Sevilla, cayendo uno de ellos al suelo.
— PACMA (@PartidoPACMA) May 11, 2025
Esperamos que los caballos estén bien.
A dos niñas que estaban en el carruaje las sacaron llorando.
Basta ya del uso de caballlos y de explotación animal en… pic.twitter.com/fu1MVER0r7
PACMA ha considerado insuficientes las medidas implementadas por el Ayuntamiento de Sevilla para regular estas prácticas, y ha acusado al consistorio de no intervenir de manera efectiva ante los casos de maltrato. La formación ha cuestionado la efectividad de la vigilancia policial y veterinaria, que, a su juicio, no ha logrado impedir los abusos cometidos durante los días de feria.
Falta de controles de alcoholemia
Uno de los puntos más criticados ha sido el bajo número de pruebas de alcoholemia realizadas a los caballistas, que según PACMA se limitan a unas veinte diarias, efectuadas únicamente en el proceso de desalojo del recinto ferial en un horario reducido. Para el partido, esta cifra resulta claramente insuficiente en comparación con el volumen de participantes.
Según datos facilitados por el propio Ayuntamiento, el día 8 de mayo llegaron a circular por el recinto 914 carruajes y más de un millar de caballistas. Mientras que los carruajes tienen un único punto de acceso bajo control, los jinetes pueden acceder por múltiples entradas sin supervisión, lo que, según PACMA, dificulta la detección de infracciones.
Por otro lado, fuentes municipales han informado de la interceptación de caballistas que utilizaban una guarnición prohibida, conocida como “serrería viva”, que provoca daños a los animales. También se habría detectado la presencia de caballos con lesiones visibles, que tras recibir atención veterinaria habrían sido devueltos a la actividad.
Ante esta situación, PACMA ha reiterado su petición de eliminar el uso de animales en eventos como la Feria de Abril y ha defendido su sustitución por carruajes eléctricos. La formación ha insistido en que el Ayuntamiento dispone de proyectos viables para llevar a cabo esta transición, aunque hasta el momento no se han puesto en marcha.



