Tablada, el 'pelotazo' en Sevilla que no pudo ser y que Sanz quiere resucitar 20 años después

Los terrenos se vendieron a una agrupación de inmobiliarias en 1997 y en 2006 el PGOU los calificó como no urbanizables, más tarde esto fue respaldado por el Supremo. Los compradores quieren recuperar la inversión

Imagen aérea de la Dehesa de Tablada, al lado del Guadalquivir.
Imagen aérea de la Dehesa de Tablada, al lado del Guadalquivir.

José Luis Sanz ha llegado al Ayuntamiento de Sevilla con el objetivo de dar un cambio radical a la ciudad tras ocho años de gobiernos socialistas. En su campaña quedó claro. No obstante, cuando fue nombrado como nuevo regidor sorprendió su celeridad para afrontar un debate que no parecía inmediato y que, desde luego, no estaba en la discusión pública de la ciudad.

Durante la campaña electoral, en el mes de abril, Sanz ya se mostró favorable a la construcción de viviendas en Tablada a pesar de que en el PGOU de la ciudad aparece como suelo no urbanizable. El objetivo de los anteriores gobiernos era que se creara un gran parque, un pulmón verde para toda el área metropolitana de Sevilla aprovechando las 350 hectáreas de las que dispone. Sin embargo, el alcalde popular pretende que 200 sean destinadas a nuevas edificaciones.

Sanz quiso dejar claro que veía compatible el uso residencial de la zona con la construcción de un gran parque, aunque para ello tuviera que elaborar un nuevo PGOU. La cuestión es que mover todas las piezas del puzzle no parece ni sencillo, ni rápido.

Hay que remontarse a principios de siglo. En 2001, 35 asociaciones de Sevilla comenzaron a reclamar que Tablada se convirtiera en un pulmón verde. De hecho, después de tantos años, desde Red Sevilla por el Clima explican a lavozdelsur.es que les parece "curioso que una de las primeras declaraciones del nuevo alcalde sea sobre Tablada cuando hay otros muchos temas más importantes como la pobreza o la situación de los barrios".

La precipitación por el debate ha obligado a la Mesa Ciudadana por Tablada a solicitar una reunión urgente con el nuevo equipo de gobierno para conocer los motivos que han llevado a tocar una cuestión tan sensible. Esta misma organización ha comenzado una recogida de firmas que en apenas tres días ya roza los 3.000 apoyos bajo el lema de "Salvemos la Dehesa de Tablada".

Todo es una cuestión urbanística

La cuestión es puramente urbanística. Los suelos de Tablada continúan siendo propiedad privada desde que el Ministerio de Defensa decidiera su venta a una agrupación de inmobiliarias en 1997. La pretensión de los compradores era edificar y lograr beneficios, sin embargo, el PGOU de 2006 acabó con todas las esperanzas a declararlo como suelo no urbanizable. Además, la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir dejó claro que se trataba de un terreno inundable.

Esta decisión acabó en la Justicia hasta que en 2013, el Tribunal Supremo rechazó dos recursos en los que se solicitaba anular la calificación de los terrenos como no urbanizables. Los juzgados también rechazaron los intentos municipales de expropiar los terrenos. "Compraro ese suelo con expectativas  de que fuera residencial. Los propietarios decían que les habían engañado porque les habían prometido recalificarlos", comenta Indalecio Lastra, miembro de la Mesa por Tablada.

Desde las organizaciones denuncian que hasta la patronal ha irrumpido en el debate pidiendo que en 2029, en el centenario de la Exposición Universal, Tablada sea una ciudad sostenible. "Nos preocupa la urgencia, ya se han dado instrucciones a Urbanismo para que empiece a mover cosas", añade Lastra.

Si el nuevo gobierno sigue adelante con sus pretensiones, supondría cambiar el Plan General, pero también el Plan de Ordenación del Territorio, un tema que está bajo la tutela de la Junta. La tercera pata sería la propia Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir, que depende del Gobierno central y, de momento, mantiene el criterio de la inundabilidad.

Las organizaciones no entienden la insistencia de construir 20.000 viviendas en este espacio cuando el PGOU ya contempla otras 55.000 en distintas zonas de Sevilla que no se han desarrollado. "No hacen falta porue Sevilla no crece", mantiene la Mesa por Tablada. "No entendemos que vengan a recalificar unos terrenos previstos como parque, hay unos beneficiados y unos perjudicados.

Los propietarios quieren serolver sus expectativas que tenían cuando compraron esos suelos pero las ciudades están hechas para que la gente sea feliz, no para repartir tarta económica", añade Lastra. La Mesa de Tablada insiste que, en cualquier caso, realizar todo este proyecto no sería posible en cuatro años.

La tercera vía

Ante el conflicto que existe para la urbanización de los terrenos y para la expropiación de los mismos de cara al gran parque, el tema llegó al Defensor del Pueblo Andaluz para que mediara en la cuestión. Desde el organismo se propuso una alternativa que, al menos, no es vista con malos ojos para los miembros de la Mesa de Tablada.

La postura del Defensor del Pueblo es favorable a que los suelos sean adquiridos por el Ayuntamiento. Por ello comenzó a mediar entre las partes y lanzó la propuesta de permutar los suelos por otros de titularidad municipal. La respuesta de los propietarios fue que en la época de la compra los responsables políticos aseguraron que el tema iba a salir adelante. "Es el momento de llegar a un acuerdo, pero por las declaraciones vamos a perder tiempo en que rectifique y no vea que el único camino es seguir lo que está planificado", defiende Lastra.

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Emilio Cabrera.

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