Otro bloque del centro de Sevilla está a unos meses de quedarse sin vecinos. Al menos los que actualmente viven allí, algunos con más de 18 años de antigüedad. Las once viviendas que conforman el número 10 de la calle Divina Pastora, a pocos metros de la Alameda de Hércules, recibieron hace unos meses la noticia de que la administración del edificio iba a cambiar y que, por ello, tendrían que abandonar sus lugares de residencia más pronto que tarde por unas obras, aunque sin la garantía de recuperar el inmueble pese a que existen contratos en vigor.
Nacho es uno de los vecinos afectados y recibió la noticia directamente de una de las propietarias del edificio ya que, además, era una de las personas que integraban el bloque, según narra a lavozdelsur.es. Los propietarios han cedido la gestión a las empresas Bomar S.L y Apartamentos Divina Pastora S.L, denuncia el Sindicato de Inquilinas de Sevilla. El objetivo es hacer una reforma del número 10 de dicha calle.
Desde que los afectados reciben la noticia hasta que tienen constancia real de lo que va a pasar transcurren varias semanas de incertidumbre con movimientos extraños por la zona, pero sin que los nuevos administradores de la finca se pusieran directamente en contacto con los vecinos. "Cuando se reúnen con nosotros para explicarnos la situación nos dicen que el edificio necesita una serie de reformas porque el Ayuntamiento ha expresado que hay que arreglar según que cosas, pero no nos dan ningún documento sobre la inspección técnica".
Los afectados denuncian que pese a los cambios de titularidad, no han recibido ninguna notificación para, al menos, seguir pagando el alquiler y los suministros. "Mi contrato sigue siendo con la anterior propietaria. Nos dijeron que nos iban a facilitar nuevos datos y no nos han dado nada", asegura Nacho. Esta situación está provocando cierto caos a la hora de abonar el alquiler. Para evitar acusaciones de impagos, los vecinos afectados que han decidido resistir a la situación han acudido a la vía judicial para que les ofrezcan una alternativa después de haber enviado un burofax a la empresa en cuestión y no haber recibido respuesta. Mientras tanto, la única certeza es que las obras van a comenzar "más o menos por marzo" y van a durar un año. "Cuando terminen las obras tendremos prioridad para alquilarlas, pero no al mismo precio". Todo ello sin alternativa para el tiempo que dure la reforma. "Nos dijeron que ese era nuestro problema y que nuestros contratos no están en vigor, pero no nos dan argumentos".
Este vecino en concreto firmó su contrato de arrendamiento en 2023, por lo que finaliza en 2028. Luis, por su parte, llegó al edificio en 2024 para alquilar una habitación. Su contrato se prolonga hasta 2029. "Tengo 48 años y aunque, afortunadamente, tengo trabajo, hoy en día me es imposible alquilarme algo para mí solo con un sueldo medio. Y alquilar una habitación está resultando prácticamente imposible también porque no cumplo los requisitos para recibir alguna ayuda de las administraciones.
Una de las opciones que barajan estos vecinos es que las obras 'cohabiten' con ellos. "No sabemos cómo nos va a afectar el ruido, el polvo y todo lo que conlleva pero lo que hemos dicho es que nuestros contratos están en vigor y no vamos a salir de la vivienda", insiste Nacho, que también añade que "la ley dice que si el edificio tuviera algún daño estructural nos tendrían que buscar un alojamiento alternativo mientras se soluciona". En esta línea, tanto este afectado como el resto aseguran que "no pretendemos quedarnos más tiempo de lo que realmente marca el máximo de nuestros contratos. No es una cuestión de okupación ni mucho menos porque se han pagado el alquiler y los suministros de forma regular".
Luis también pretende resistir a la situación aunque reconoce que "no sé hasta cuándo aguantaré porque la presión es constante. Termino mi jornada laboral y empieza otro trabajo, que es la lucha por tu propio techo". Aunque él ha empezado a mirar otras opciones, lo cierto es que su prioridad es permanecer. "Nosotros lo que queremos es seguir pagando nuestras cuotas y nos están acusando de lo contrario".
Una de las empresas señaladas por los vecinos
Además de las mencionadas, hay una tercera empresa que los vecinos señalan en el meollo. Se trata de Cotruser S.L, una sociedad que se dedica a la construcción y que sería la encargada de realizar la reforma del edificio. Desde lavozdelsur.es hemos contactado con esta empresa para conocer su versión de los hechos después de varias acusaciones de afectados. En un comunicado, esta constructora defiende que no tiene "relación alguna con las decisiones ni la ejecución de las supuestas acciones publicadas en el edificio Divina Pastora. Nuestra participación se ha limitado exclusivamente a la elaboración de un presupuesto de obra solicitado por la empresa Apartamentos Divina Pastora S.L".
Del mismo modo, Cotruser asegura que "desconocía completamente las circunstancias contractuales de los actuales habitantes del edificio" y que Apartamentos Divina Pastora "nos ha aclarado que las acciones publicadas son erróneas". "Cualquier asociación entre tal información y la actividad de Cotruser carecen de fundamentos", agregan.
