La asociación Andalucía y Democracia reunió el pasado jueves en Sevilla a las principales organizaciones del sindicalismo combativo andaluz para reflexionar sobre los retos actuales de la clase trabajadora. El encuentro se celebró en el Centro Cívico Monasterio de San Jerónimo y contó con la participación de CGT Andalucía, SAT, Ustea y Kellys Andalucía, con el objetivo de analizar el momento actual del sindicalismo y sus retos en un contexto de creciente precariedad laboral.
Los representantes sindicales debatieron sobre el papel de la clase trabajadora andaluza en el marco global, la situación respecto a otros territorios del Estado y la importancia de integrar el feminismo en la acción sindical. También se abordaron los principales conflictos visibles e invisibles y la necesidad de fortalecer la unidad entre organizaciones.
Intervinieron Natalia Ramos, secretaria de Acción Sindical de CGT Andalucía; Óscar Reina, portavoz nacional del SAT; Fran Fernández, portavoz de Ustea; y Esther Salinas, secretaria general del Sindicato de Kellys Andalucía. Todos coincidieron en que la unidad de acción y la autonomía política del sindicalismo son esenciales para enfrentar la desigualdad.
Derechos laborales y contexto internacional
El encuentro incluyó un análisis del papel de los medios de comunicación y de las potencialidades de Andalucía para combatir la precariedad. También se denunció la “inacción de los gobiernos ante el genocidio en Gaza” y se advirtió que el aumento del gasto en armamento repercute en los derechos y libertades de la clase trabajadora andaluza.
Feminismo, precariedad y unidad de acción
El debate abordó el estado del ecosistema sindical andaluz, las estrategias frente a la precariedad laboral y las desigualdades respecto a otros territorios del Estado. También se trataron temas como el papel de las mujeres en el sindicalismo, la importancia del feminismo y la articulación con movimientos como el ecologismo, el antibelicismo y el antirracismo.
Durante el acto, también se criticó la “desidia e inacción de los gobiernos ante el genocidio en Gaza” y se denunció cómo las políticas de gasto en armamento afectan directamente a los derechos y libertades de la clase trabajadora, profundizando en la precariedad y desigualdad en Andalucía.
