Sin aires y con una instalación eléctrica de 100 años en un colegio de Sevilla: "Los niños salen con sarpullidos"

Los alumnos del CEIP Borbolla han acudido este lunes a clase con pulverizadores para denunciar la situación que viven en las aulas con las altas temperaturas

Alumnos del CEIP Borbolla protestan por la falta de refrigeración en las aulas.
02 de junio de 2025 a las 10:26h

Hace ya cinco años que el Parlamento de Andalucía aprobó por unanimidad una Ley de Bioclimatización con la que se aseguraba que todos los centros educativos de la comunidad tuvieran una instalación adecuada para que los menores no pasaran frío en sus aulas y, sobre todo, calor cuando llegan lo últimos meses del curso. Sin embargo, del papel a la realidad hay un gran trecho y muchas familias lo está viviendo en primera persona.

Los padres de los menores también han acudido para reivindicar mejoras.   MAURI BUHIGAS

Este lunes, los padres y alumnos del CEIP Borbolla, en el barrio sevillano de Nervión, han acudido a clase con pulverizadores para denunciar la situación que están viviendo con la subida de temperaturas que ha tenido lugar en los últimos días. Antes de empezar la jornada, las familias se han concentrado bajo el grito de "no somos huevos, no nos frían", para exigir soluciones para los alumnos,

"Estamos intentando que renueven la instalación eléctrica porque tiene 100 años y no aguanta el aire acondicionado", asegura Sara Albelda, una de las vocales del AMPA del centro. Según esta madre de mellizos, los pingüinos que han comprado el colegio y el propio AMPA no son suficientes en Sevilla. "El fresquito solo llega a la primera fila. Todos tienen derecho a estar fresquitos como cualquier persona en su despacho", ha añadido antes de asegurar que sus hijos salen "chorreando" todos los días del aula.

Los alumnos han acudido con pulverizadores.   MAURI BUHIGAS

Zulaica Gutiérrez, otra de las madres que ha asistido a la protesta, señala que el colegio está en una zona con mucho tráfico, por lo que el aire está "hiperrecalentado". Esta madre también apunta que la situación obliga a los menores a pelearse entre sí por el ventilador que hay en clase. Todo se agrava en las plantas superiores del edificio, que se han visto obligadas a turnarse el aire por la falta de capacidad que tiene el sistema. "Los niños salen con sarpullidos y brotes de calor". En el centro hay algunos aires acondicionados, pero la mayoría están estropeados y necesitan mantenimiento.

El peligro de los sistemas antiguos

Las altas temperaturas que se registran en Sevilla al cierre del curso escolar 2024/2025, que ya superan los 40 grados, han reavivado las críticas del colectivo 'Escuelas de Calor' hacia las deficiencias en la climatización de los centros educativos públicos andaluces. La plataforma, integrada por familias y asociaciones de madres y padres, ha señalado que los sistemas de refrigeración adiabática instalados en algunos colegios resultan ineficaces y suponen un riesgo para la salud si no se someten a un mantenimiento adecuado, aludiendo a posibles focos de legionela y enfermedades respiratorias.

La instalación eléctrica tiene un siglo.   MAURI BUHIGAS

En un comunicado, el colectivo ha recordado que ya han transcurrido cinco años desde la entrada en vigor de la Ley de Bioclimatización en Andalucía, sin que se haya producido una implantación efectiva y generalizada de soluciones de climatización. Según denuncian, los fondos europeos destinados a mejorar las condiciones térmicas de las aulas se han invertido en sistemas que, en muchos casos, no están operativos. Además, acusan a la Agencia Pública Andaluza de Educación de desentenderse del problema y trasladar la responsabilidad a los centros, mientras que los ayuntamientos no intervienen y las direcciones escolares rechazan asumir competencias que no les corresponden.

El colectivo también ha cuestionado las medidas impulsadas por la Consejería de Desarrollo Educativo ante las olas de calor, que se limitan a activar protocolos como la salida anticipada del alumnado a partir de las 12:00 horas. Según indican, esta solución no tiene en cuenta los problemas de conciliación familiar, la reducción de las horas lectivas y las dificultades organizativas que supone para los equipos docentes, lo que ha generado malestar entre la comunidad educativa.

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Emilio Cabrera

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