El Ayuntamiento de Sevilla ha colocado dos nuevas primeras piedras para la construcción de viviendas protegidas, con lo que suma ya 16 desde el verano de 2023. Según datos municipales, estos proyectos representan el inicio de 995 viviendas en menos de dos años, en el marco de una política que busca ampliar la oferta de vivienda pública en la ciudad y cumplir los compromisos asumidos por el actual equipo de gobierno.
El consistorio sevillano mantiene actualmente 23 promociones en distintas fases de desarrollo, que en conjunto superan las 2.200 viviendas y alojamientos de carácter protegido. Desde el Gobierno municipal se considera que este esfuerzo refleja el impulso de la ciudad y su capacidad para avanzar en materia de vivienda asequible, con una planificación que pretende combinar desarrollo urbano y atención social.
En el acto celebrado este miércoles se puso en marcha la construcción de 84 viviendas protegidas en régimen de alquiler en el enclave donde tuvo lugar el evento, así como de ocho alojamientos dobles en el Paseo del Rey Juan Carlos I, en la zona de la Barqueta. La inversión en el proyecto de la Algodonera asciende a 14,3 millones de euros, de los cuales el Ayuntamiento aporta 6,3 millones, mientras que la promoción de la Barqueta cuenta con un presupuesto de un millón de euros, con una aportación municipal de 427.143 euros. El precio será inferior a 550 euros al mes.
El objetivo, recuperar los 700.000 habitantes
El alcalde, José Luis Sanz, ha subrayado que el objetivo de estas actuaciones no se limita a la edificación de viviendas, sino a la creación de hogares que permitan a familias, jóvenes y mayores desarrollar su vida en condiciones de estabilidad y dignidad. También destacó la labor de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo y de Emvisesa, así como de las empresas y profesionales que participan en los distintos proyectos.
Desde el Gobierno municipal se sostiene que la promoción de vivienda pública en venta y alquiler es una de las principales líneas de actuación del mandato. Estas iniciativas, además de facilitar el acceso a la vivienda, buscan contribuir a la revitalización de los barrios, la generación de empleo y el fortalecimiento del tejido social. Con ellas, el Ayuntamiento aspira a consolidar una Sevilla más cohesionada y sostenible, y a avanzar hacia el objetivo de recuperar los 700.000 habitantes en la ciudad.