Los agentes cívicos emprendieron este jueves su primera marcha en el centro de Sevilla, un perfil novedoso en materia de seguridad. Novedoso, o muy añejo, según se mire. Porque las funciones del sereno son estar en las calles del casco histórico. Quizás ya no tienen las llaves de los bloques o los negocios, como antiguamente, pero sí estarán en la calle al servicio de la gente ante cualquier problema.
José Manuel es el coordinador de un equipo de 18 agentes cívicos, el cual es el nombre real de esta figura impulsada por el Ayuntamiento. "Seremos de ayuda, daremos información al ciudadano y estaremos para cualquier cosa que necesiten". El objetivo es ser "personas visibles de cara a disuadir cualquier tipo de problema. Tendremos presencia también para los comercios, coordinados con el Cecop".
En el día a día, los serenos realizarán la jornada en 12 sectores en los que se ha dividido el centro. Irán en parejas por la Alfalfa, Arenal, Encarnación-Regina, Feria, Museo, San Bartolomé, San Gil, San Julián, San Lorenzo, San Vicente, Santa Catalina y Santa Cruz.
Según explicaba el Ayuntamiento, durante los 9 meses el servicio "se financia con fondos propios la contratación, mediante un Plan de Empleo Piloto para la contratación de la figura del agente cívico de entre personas demandantes de los servicios de empleo con edades comprendidas entre los cuarenta años y los cincuenta y cinco años". Estas personas proceden del desempleo.
"Las funciones principales que desarrollarán serán de información, sensibilización y promoción del civismo, con objeto de fomentar la buena convivencia y respeto entre la ciudadanía, así como el buen uso de los bienes públicos y privados de la ciudad. Con ellas se pretende ayudar a la ciudadanía en el uso de sus derechos y deberes en relación a las normas de urbanidad", informa el gobierno local, que habla de "una mayor sensación de tranquilidad para la ciudadanía".
Todo ello, "sin solaparse" con las funciones de los cuerpos de seguridad. Estarán "dando aviso inmediato a las fuerzas de orden público. No se trata de una figura de intervención directa, sino esencialmente de presencia, de detección de situaciones y de aviso y comunicación a aquellos a los que les corresponden las funciones de seguridad". Tan diferente es la figura a la de un policía local que, por ejemplo, si comunican -o denuncian- unos hechos, su testimonio no tiene presunción de veracidad, como ocurre con las denuncias de agentes, que lo que reflejen se da por cierto ante la autoridad judicial o administrativa y es derecho del denunciado tratar de 'desmontar' el testimonio escrito del agente si está en desacuerdo con una sanción.
"Estamos muy contentos, estamos en una experiencia nueva, es un reto, y, sobre todo, no hay cosa más bonita que cuidar una ciudad tan bonita como es Sevilla", agregaba José Manuel durante la primera jornada, que se ha iniciado con un acto en presencia del alcalde, José Luis Sanz.
"Esta iniciativa fue una promesa electoral", ha recordado el regidor. "Va a permitir que el casco histórico de Sevilla tenga una mayor seguridad, que los vecinos se sientan más acompañados y que haya mayor presencia municipal en el casco histórico".
En principio, el proyecto estará en marcha hasta septiembre, "pero la idea es que se haga imprescindible y se amplíe a más barrios de la ciudad, ampliando también en el tiempo". Además, serán oídos del Ayuntamiento en las calles para atender demandas "que nos vayan haciendo los vecinos, irá mejorando, porque ellos -los serenos- estarán al pie del cañón".
Respecto a la última oleada de robos en comercios en verano, Sanz ha explicado que "la presencia durante la madrugada va a venir muy bien no solo a los vecinos, sino también a los negocios, que se ven que se quedan muy solos por la noche".