Una mujer de 37 años residente en Sevilla ha presentado una demanda contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por un diagnóstico tardío de un tumor cerebral, inicialmente atribuido a estrés, y reclama una indemnización de 417.763 euros. La reclamación se produce tras más de un año de seguimiento médico durante el cual no se detectó la enfermedad.
La paciente, representada por el abogado José Antonio Sires del Bufete Sires Abogados, acudió a un centro de salud el 9 de enero de 2023 por síntomas como sudoración fría, palidez, debilidad generalizada, temblores en la mano izquierda y contracturas cervicales. Según el letrado, estas dolencias la obligaban a reposar para evitar pérdidas de conciencia u obnubilaciones.
En la consulta, un facultativo del SAS atribuyó las molestias a estrés laboral y problemas cervicales. No se realizó un examen completo y solo se solicitó una resonancia magnética cervical, realizada en mayo de 2023, sin derivarla al hospital para pruebas adicionales ni atender a la descripción del dolor de la paciente.
Más errores
El médico finalizó la atención prescribiendo antidepresivos y relajantes musculares, sin intervenir directamente sobre la zona afectada. La mujer regresó al centro de salud en siete ocasiones posteriores sin que se le practicaran estudios complementarios. El diagnóstico de cervicalgia se descartó finalmente a finales de mayo y en junio fue derivada al Servicio de Neurología del Hospital Virgen del Rocío.
En este servicio, el 27 de julio de 2023, se realizó una exploración neurológica que resultó normal, sin programar pruebas adicionales. Sin embargo, ante el agravamiento de los síntomas, la paciente solicitó un estudio más profundo a finales de año, realizándose en febrero de 2024 una resonancia craneal que permitió detectar el tumor cerebral.
Inicialmente, la indemnización solicitada ascendía a 201.000 euros, pero la cifra se duplicó hasta 417.763 euros tras identificarse nuevos errores en la atención sanitaria a lo largo del proceso, que se prolongó por más de un año.
