Tras casi dos décadas cerrado, el histórico edificio de San Hermenegildo, una joya del siglo XVI en pleno corazón de Sevilla, recupera su esplendor. El gobierno municipal wha culminado las obras de rehabilitación que devuelven a la ciudad uno de sus espacios más emblemáticos, con una inversión que ha superado los 879.000 euros.
"Después de casi dos décadas, San Hermenegildo recupera todo su esplendor y la ciudad contará con un nuevo espacio cultural único en nuestra estrategia de hacer de Sevilla la capital cultural del sur de Europa", ha dicho el alcalde, José Luis Sanz.
En el interior, se ha logrado conservar en gran parte la estructura original de madera de la cubierta, que data de finales del siglo XVI. También se han sellado grietas y reforzado el yeso de la bóveda interior, obra del escultor Herrera el Viejo, que sufría importantes daños provocados por la humedad. En la fachada este, ubicada en la calle Jesús del Gran Poder, ha quedado al descubierto una antigua inscripción de 1738 como testimonio visual de su historia.
La Fundación Focus Loyola asumirá ahora la adecuación del interior para convertirlo en su sede y en el futuro Centro de Investigación Diego Velázquez.
Sanz ha subrayado que esta actuación es parte de un plan más amplio de recuperación patrimonial: “Seguimos desbloqueando proyectos que llevaban parados décadas". Ha mencionado el Mercado de la Puerta de la Carne, con 26 años sin uso; el Monasterio de San Jerónimo, 41 años esperando obras; Casa Cernuda, con 8 años de abandono; o Pumarejo, 14 años paralizado,
El edificio de San Hermenegildo, diseñado por Juan Bautista de Villalpando, ha vivido múltiples vidas: iglesia jesuita, cuartel militar a inicios del XIX, sede de las Cortes Generales en 1823, y más recientemente, entre 1985 y 1992, sede del Parlamento de Andalucía antes de su traslado al Hospital de las Cinco Llagas. En 1959 fue declarado Bien de Interés Cultural y albergó actividades culturales hasta su cierre en 2006. Ahora, 19 años después, San Hermenegildo resurge como símbolo de la Sevilla que mira al futuro sin renunciar a su historia.
