La Archidiócesis de Sevilla ha cerrado el ejercicio 2024 con un presupuesto consolidado cercano a los 68 millones de euros, un dato que marca un récord y que refleja, según sus responsables, el compromiso creciente de los fieles. Así lo confirmó el ecónomo diocesano, Alberto Benito, durante la presentación del balance económico, celebrada este viernes en el Palacio Arzobispal con la presencia del arzobispo José Ángel Saiz Meneses.
“Tenemos que sentirnos muy orgullosos de todo el trabajo de las personas implicadas para que este informe salga adelante, desde las parroquias pasando por todas las instituciones diocesanas”, destacó Benito, subrayando que, tras casi tres años de recuperación, “se ha vuelto al ritmo pre pandémico”.
Las colectas suben y la casilla de la renta también
Uno de los datos más llamativos del informe es el crecimiento de las aportaciones directas de los fieles, que han alcanzado casi 18 millones de euros, lo que supone un incremento de casi dos millones respecto a 2023. “Una muy buena noticia que tiene muchas lecturas y que conviene poner en valor”, afirmó el ecónomo, resaltando el impacto positivo de esta implicación económica de la comunidad.
A esta cifra se suman los ingresos por la casilla de la Iglesia en el IRPF, que este año han superado los 11 millones de euros, un millón más que el año anterior. Benito destacó que “el compromiso de la gente cada vez se nota más y se evidencia en las contribuciones”, que permiten sostener gran parte de la actividad pastoral y asistencial de la Archidiócesis.
A qué se destinan los fondos: clero, templos y acción pastoral
En cuanto al reparto del gasto, Benito explicó que el 35% del presupuesto va destinado a conservación de edificios y gastos de funcionamiento, mientras que un 31% se dedica a la retribución del clero, y más del 20% a acciones pastorales y asistenciales. En este sentido, valoró el esfuerzo realizado en los últimos años por garantizar “unas cifras dignas” para el salario de los sacerdotes.
El Cabildo Catedral también ha visto crecer de forma notable sus ingresos, alcanzando los 27 millones de euros. “Lo que sí es cierto es que de esta bonanza económica del templo se beneficia también la diócesis”, puntualizó Benito.
El informe, de 152 páginas, detalla además la contribución de 145 hermandades al Fondo Común Diocesano, con una aportación total de 145.000 euros. Un gesto que, según Benito, refleja el compromiso de estas corporaciones con la sostenibilidad económica de la Archidiócesis.
También se resaltó que 51 hermandades colaboraron específicamente con el Seminario, invirtiendo cerca de 130.000 euros en la formación de futuros sacerdotes, una cifra que pone en evidencia el interés creciente por apoyar la base del relevo generacional en el clero.
El ecónomo defendió con firmeza la transparencia del sistema económico diocesano: “Las cuentas de la Iglesia ‘dan cuenta’ de lo que hace y no tenemos que ocultar nada. Debemos sentirnos muy orgullosos de que somos capaces de hacer la trazabilidad de cada euro que llega a la diócesis”.
Cerró el acto el arzobispo Saiz Meneses, agradeciendo “el esfuerzo y generosidad de todas las personas que suscriben cuota periódica a favor de la parroquia, seminario o Archidiócesis”, así como de quienes hacen donaciones, legados o herencias a la Iglesia. “Es una responsabilidad compartida que mantiene viva nuestra labor”.
