La Asociación de Vecinos Barrio Unido de San José de Palmete y La Doctora Este ha lanzado una campaña bajo el lema Palmete quiere Metro, con el objetivo de reivindicar la inclusión de la barriada en la futura Línea 2 del Metro de Sevilla, que puede no estar implantanda antes de 2035. La iniciativa busca poner de relieve las carencias históricas del barrio y la necesidad de mejorar su movilidad y desarrollo urbano.
Manuel Gómez, responsable de la asociación, ha señalado que la zona cuenta con "un tejido asociativo importante" y señala que Palmete es uno de los barrios más desfavorecidos de la ciudad, pero recientemente se han empezado a ejecutar algunas inversiones. "Estamos con un plan integral, que hemos tenido que esperar casi 50 años para conseguir que nos sustituyan las tuberías de saneamiento de las calles", explica.
Otros miembros de la asociación han destacado que la línea del Metro no solo facilitaría el transporte de los habitantes del barrio, sino que también beneficiaría a los trabajadores que se desplazan diariamente desde y hacia el polígono industrial. "El Metro les daría bastante salida sin tener que usar el coche", indicó un portavoz de la entidad vecinal, subrayando la importancia de conectar la zona con el resto de Sevilla.
Los vecinos insisten en que la inclusión en la Línea 2 del Metro va más allá de la simple conexión con el resto de la ciudad. "Ya no es solo cuestión de estar comunicados, sino de lo que significa para el barrio no quedarse atrás en un plato histórico decisivo", señala un responsable de la asociación, remarcando el valor simbólico y práctico de formar parte del proyecto urbano.
Para muchos residentes, tener acceso al metro representaría también una oportunidad de desarrollo y emancipación. "Nos importa que muchísimas personas que son honradas y honestas en el barrio tengan la disponibilidad, sobre todo el desarrollo y la emancipación de las mujeres en una vía tan directa como la línea 2", subrayan.
Los vecinos explican que Palmete ha sido durante décadas un territorio marginado, donde la falta de inversiones ha dejado espacios degradados y poca oferta de servicios. "Estar dentro de la línea 2 es vital para nuestro barrio, porque de tener un transporte como el metro, a no tenerlo, eso repercutiría mucho a la hora del expansionamiento y del desarrollo, y sobre todo un desarrollo sostenible", apunta Manuel Jaén.
Otros miembros de la asociación destacan el efecto que tendría la infraestructura en la seguridad y en la cohesión social del barrio. "Una parte de nuestro barrio ha estado aislada, y eso favorecía que ciertos problemas se mantuvieran. Con inversión y movilidad no solo mejoramos la vida de los vecinos, sino que también se reduce la influencia de los elementos negativos que intentan mantenernos marginados", señalan.
La línea del metro también se percibe como un incentivo para atraer población joven y revitalizar el entorno urbano. "Nuestra población está envejeciendo y sería muy atractivo para que nos llegara un público nuevo, gente joven que pudiera comprar casas allí y extenderse. Eso genera vida, actividad económica y fortalece el tejido social", explica otro portavoz de la asociación.
Asimismo, los vecinos vinculan la infraestructura con la dignificación de la barriada. "Después de 50 años sin sustituir la red de agua, con problemas de luz y carreteras improvisadas, que llegue el metro significa que alguien se acuerda de nosotros y que se nos incluye dentro de Sevilla. Eso no tiene precio para la comunidad", añade Gómez.
Los responsables vecinales también señalan que la llegada del metro consolidaría la inversión pública y privada en el barrio, evitando que permanezca aislado o relegado a un gueto urbano. "Tener Metro sería fundamental y vital para el futuro del barrio, atraería inversión y permitiría que nuestra gente viva con dignidad y tenga oportunidades, sin quedar atrapada en un entorno degradado", concluyen.
Un barrio con carencias históricas
La barriada de Palmete se encuentra en la periferia sureste de Sevilla, colindante con la Estación Depuradora Ranilla y la futura estación de contenedores de RENFE. Administrativamente, forma parte del barrio-ciudad de Padre Pío-Palmete, la zona más oriental del Distrito Cerro-Amate, siendo la más extensa del distrito, con más de 4 km², y se divide en San José de Palmete, La Doctora Este y Oeste, Padre Pío, La Negrilla y polígonos industriales como El Pino y Parsi.
El barrio surge en los años 60 a raíz de las migraciones rurales hacia la ciudad, asentándose en terrenos de labranza sin planificación urbanística ni permisos oficiales. Inicialmente, las viviendas eran autoconstruidas y carecían de servicios básicos como electricidad, alcantarillado o agua corriente, y en muchos casos el suministro se realizaba mediante camiones cisterna o por el Cuerpo de Bomberos.
Entre 1970 y 1977, los vecinos comenzaron a reivindicar infraestructuras y servicios, logrando progresivamente la urbanización de calles, instalación de agua y electricidad, construcción de colegios y ambulatorio. A pesar de las mejoras, la falta de planificación sigue presente en algunos tramos, mientras que otros barrios construidos posteriormente cuentan con una infraestructura más completa.
