Lo que le faltaba a este verano tan pródigo en accidentes de tráfico en la comarca del Bajo Guadalquivir –en los que han perdido la vida media docena de personas en el último mes— era que las colisiones tuvieran lugar incluso en plena marisma de Lebrija, en el entramado de viales que conforman las parcelas del sector B-XII.
En la mañana de este martes, poco después de las 8.00 horas, el vehículo mixto de un agricultor lebrijano se ha chocado con un poste eléctrico del tendido de alta tensión que recorre toda esta zona de la Comunidad de Regantes.
El accidente ha tenido lugar en el sector C y en la confluencia entre una de las carreteras asfaltadas y uno de los caminos de tierra. Cuando el conductor del coche vio que el camión había metido la cabina en la carretera, se asustó y giró bruscamente hacia la derecha, impactando contra el poste, cuya base de ladrillo ha destrozado.
Por fortuna, no han resultado heridos ni los dos ocupantes del coche ni el camionero, aunque agentes de la Guardia Civil se han personado en el lugar de los hechos para valorar los daños.
Accidentes cada vez más habituales
Este tipo de accidentes está empezando a ser más habitual de lo que pueda pensarse en plena marisma desde que los camiones de alto tonelaje se han acostumbrado a transitar por las escasas carreteras asfaltadas con la idea de estacionar lo más cerca posible de los productos recolectados que deben transportar.
“Es que los camiones tienen su red de caminos de tierra para pasar”, se queja José, uno de los agricultores que esta mañana se afanaba en la recolección del maíz dulce, uno de los productos que está saliendo en estos días de la zona y que genera una enorme cantidad de mano de obra. La marisma también se encuentra en plena recolección del tomate y el pimiento, y el tránsito de camiones es diario.
Carreteras frágiles
El presidente de la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalquivir, Diego Bellido, asegura que no es la primera vez que se le ha mandado escritos a la Subdelegación del Gobierno y al Ayuntamiento de Lebrija para que prohíban la circulación de los camiones por estas carreteras asfaltadas que fueron construidas en los años 70 del pasado siglo y que no pueden soportar el peso de estos vehículos de alto tonelaje que, cargados, pueden superar los 30.000 kilos de peso.
Cuando un turismo o vehículo de pequeñas dimensiones se cruza con uno de estos camiones, hay que dejarle sitio al camión porque la calzada no tiene capacidad para ambos. Lo más peligroso es que por debajo de ellas es por donde circula toda la tubería destinada al riego “y el paso de estos vehículos tan grandes termina destrozándolas y rompiendo las tuberías, que hay que sustituir, con el coste que eso implica”.
Esta mañana, después del aparatoso accidente, la Comunidad de Regantes ha anunciado que “a partir de hoy se inicia la campaña de sanciones por parte de la Guardia Civil a todo camión o tractor que circule por las carreteras asfaltadas de las estaciones de bombeo de los sectores A, B y C”. En este sentido, los representantes de los regantes han vuelto a ponerse en contacto con la Subdelegación del Gobierno y con la Benemérita para informarles de la necesidad de que se prohíba totalmente la circulación de vehículos pesados por estas vías.