La oleada de robos en Lebrija lleva a los agricultores a realizar batidas de vigilancia: "Se han llevado 5.000 kilos"

Los amigos de lo ajeno hacen su agosto en una sola jornada, de día y de noche: roban cientos de metros de cable en campitos de la campiña y miles de kilos de cebolla en plena marisma

Dos ladrones pillados por las cámaras de seguridad en un campo de Lebrija.
22 de julio de 2025 a las 16:17h

El verano es una tentación especial para los ladrones, porque no solo cuentan con las noches de siempre, sino también con las siestas, y encima en una época en la que muchos frutos colman la tierra, como es el caso de las cebollas en el sector B-XII de Lebrija, donde esta noche se han llevado muchos miles de kilos en varias zonas.

En una de las parcelas, la de Francisco Ferreira, los ladrones han entrado de madrugada, antes de las 4.00 horas, que es cuando los propietarios se han encontrado las sacas atracadas, alguna completamente vacía. “Se habrán llevado 5.000 kilos por lo menos”, asegura Francisco, “y han tenido que ser unos pocos y bien organizados”, se queja, porque ni es la primera vez ni ha sido solamente en su parcela. Las sacas, llenas de cebolla, estaban ya preparadas para transportarlas al alba. El kilo de cebollas se está pagando a 60 céntimos de euro.

También han entrado en parcelas de pimientos en la misma zona, “y lo peor no es la cantidad de pimientos que puedan llevarse sino el destrozo grandísimo que hacen en las matas”, aseguran algunos agricultores en los grupos de whatsapp con que se organizan incluso para avisarse mutuamente. El propio alcalde de Lebrija, Pepe Barroso (PSOE), aunque consciente de que su municipio no es ni mucho menos el que mayor índice de delincuencia presenta en la provincia y en permanente contacto con la Policía Local y la Guardia Civil, sí está al tanto de algunos de estos robos estivales y reconoce que “es un problema, y que los propietarios se ven obligados a veces a no estar presentes porque puede ser hasta peor”. 

Los robos en los campos de Lebrija.

“Es que ya no se trata de uno que viene a llevarse unos cuantos kilos para su casa o siquiera para vender, sino de gente organizada que viene de fuera”, lamenta el agricultor lebrijano José Cabeza, a quien le robaron más de 4.000 kilos de pimientos la semana pasada y otros 4.500 de cebolla hace solo unos días.

Kilos de cebollas robadas.

“Yo llevo 17 años sembrando, casi siempre cebollas, y me han robado muchas veces, pero lo de este año con los pimientos es que ya es colmo”, se queja, impotente “porque nunca pasa nada y da igual que lo denunciemos”. De hecho, él lo denunció del mismo modo que ya han dado parte sus colegas de esta pasada madrugada en el cuartel del Instituto Armado de la localidad. “La diferencia entre los pimientos y las cebollas es que los pimientos los cogen ellos de las matas, mientras que las cebollas están ya recolectadas y te vuelcan los cajones”, explica. 

“Es que a veces lo que destrozan cuesta más que lo que se llevan, y como no nos dejan vallar la marisma, pues es mucho más difícil”, se queja Manolo, ingeniero agrícola que asesora a los agricultores lebrijanos y que, para colmo, los está avisando de que, según la ley, “los responsables de los tratamientos químicos que tengan los productos son los propietarios de las explotaciones”. Dicho de otro modo, que si un ladrón roba unos tomates tratados con azufre y se envenena, el dueño de los tomates “va por lo penal”. “Es que esto es el colmo”, se queja Manolo, que está advirtiendo a los parcelistas de que deben colocar bien visibles los carteles informativos de que los cultivos están siendo tratados con productos químicos. “Como sigamos así, el campo se acaba”, sentencia él. “Y Dios quiera que no venga una ventisca y se lleve los carteles”, dice. Los robos desde ayer también han afectado a algunas parcelas de tomates e incluso de melones. 

Estado en que han quedado muchos campos.

A por el cobre

Ayer, a plena luz del día, poco después de las 15.00 horas, le entraron otros ladrones al lebrijano Manuel Ruiz en su campo, situado en la zona de La Encinilla, muy cerca del cortijo Micones, es decir, al otro extremo de las marismas. Tanto a él como a su tío, que tiene su campo al lado, le han robado cientos de metros de cables, por el cotizado cobre, además de un motor y varios aparejos agrícolas después de hacerles un destrozo grande al cortarle las vallas para acceder. 

En el vídeo que han captado las cámaras y que se ha difundido entre los grupos de whatsapp de los agricultores de la zona, se ve perfectamente a los ladrones con los rollos. El tío de Manuel asegura que vio un coche sospechoso ayer a mediodía, sobre la misma hora que entraron en el campo, y que era muy peculiar por tratarse de una Citroën Picasso con una puerta lateral de color blanco. El mensaje se ha difundido entre los agricultores como pista, por si alguien lo ve. 

Desesperación

“Estamos tan desesperados que llevamos tiempo organizándonos para vigilar a todas las horas del día e incluso de la madrugada. Nos tenemos que ayudar entre nosotros”, asegura Manuel, harto de la situación, que viene de largo, pero que últimamente se está agravando. “La diferencia con otros años es que ahora hemos tenido ya que poner cámaras de seguridad”, asegura. “Y nos estamos planteando tener que sacar un seguro porque esto no puede seguir así, y va a terminar mal cuando pillemos a uno”. “Lo peor es que si va a los campos una cuadrilla de ladrones, que normalmente vienen de fuera, si lo pillan con varios kilos de lo que sea, caben a menos de mil kilos y se considera solamente un hurto”, se queja su primo. 

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Álvaro Romero

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