Máxima expectación en Sevilla ante la inminente vuelta al culto de una de las imágenes de mayor devoción en Andalucía y en toda España. La Hermandad de la Macarena, a través de un comunicado, ha informado de que “María Santísima de la Esperanza Macarena será repuesta al culto el próximo lunes 8 de diciembre a las 6:00 horas una vez finalizado el proceso de restauración por parte de Pedro Manzano, refrendado el resultado final por la comisión de seguimiento y aprobado por la junta de gobierno”. La corporación insiste en que se ha tratado de un proceso cuidadoso para garantizar la conservación de la talla mariana.
El comunicado detalla los horarios de veneración cercanos a la imagen: “Lunes 8 de diciembre, de 6.00 a 23.00 horas. Martes y miércoles 9 y 10 de diciembre, de 7:00 a 21:00 horas”. La junta de gobierno ha señalado que estas franjas se han fijado para que “todos los hermanos y devotos puedan reencontrarse con la Santísima Virgen una vez repuesta al culto, confortándoles de nuevo con su bendita presencia”. De esta manera, se pretende facilitar el acceso a un elevado número de fieles en los primeros días de la reapertura.
Un periodo marcado por la controversia
El retorno de la Macarena supone el cierre oficial de unos meses especialmente delicados para la hermandad. La anterior restauración, impulsada por el profesor Francisco Arquillo, provocó un conflicto interno que alcanzó un nivel de gran tensión en la hermandad. Aquella situación tuvo incluso consecuencias en el proceso electoral de la entidad, que concluyó con la elección de Fernando Fernández Cabezuelo como nuevo hermano mayor.
Desde el pasado 12 de agosto, la imagen permanecía retirada del culto para recibir un tratamiento de anoxia previo a la intervención. Durante todo este tiempo, la dolorosa ha estado resguardada en las dependencias de la basílica mientras se desarrollaban los trabajos dirigidos por el restaurador Pedro Manzano, ahora ya culminados y validados por la comisión designada.
El anuncio del regreso ha devuelto la ilusión a los fieles, que esperan reencontrarse con una de las advocaciones más significativas de la Semana Santa sevillana. La repuesta al culto se producirá coincidiendo con una festividad especialmente señalada para la devoción mariana, como la Inmaculada, lo que augura un intenso flujo de visitantes y un ambiente de gran emoción en la basílica.
