Hasta cien viviendas del sevillano barrio de Triana habían sido marcadas por una pareja itinerante de georgianos. El objetivo no era otro que asaltar los domicilios para robar. El perfil de las víctimas coincidía en su mayoría: personas de edad avanzada. Tras una intensa investigación, agentes de la Policía Nacoinal han logrado detener en Sevilla a los delincuentes.
La investigación comenzó cuando los agentes observaron una escalada de robos con fuerza en domicilios entre los que se apreciaba un mismo modus operandi. La principal hipótesis que barajaron entonces fue que podrían estar ante la presencia, en la ciudad, de un grupo itinerante de ciudadanos del Este.
La Policía Nacional detectó, en uno de los dispositivos llevados a cabo para la prevención de robos estas Navidades, a un grupo de tres ciudadanos georgianos, dos hombres y una mujer.
La forma de actuar siempre era la misma, los varones cometían los robos en los domicilios y la mujer se dedicaba a ir a establecimientos dedicados a la compra-venta de oro para convertir su botín, consistente principalmente en joyas, en dinero en efectivo.
Máximas dificultades para identificar a los delincuentes
A los agentes les resultó complicado identificar a estas personas, puesto que los mismos nunca habían sido detenidos con anterioridad, a pesar de conocer bien la ciudad de Sevilla, pero finalmente numerosas gestiones policiales permitieron a los mismos identificar y localizar a los sujetos.
La víspera de Nochebuena se llevó a cabo un operativo en el que los agentes detuvieron, por un lado, a uno de los varones implicados en los saqueos, al que se le imputan dos robos con fuerza en domicilio y uno en tentativa, y por otro, a la mujer acusada de un delito de receptación de las joyas robadas.
Casi la totalidad de joyas y efectos sustraídos, que no habían sido aún empeñados, fueron recuperados por la policía, muchos de ellos en el momento de la detención.
Ambos pertenecían además a una organización criminal, enmarcada dentro de las mafias del Este. Una vez puestos a disposición de la autoridad judicial, se decretó prisión para el varón y libertad provisional para la mujer.
Algunos de los robos habían tenido lugar por la noche, mientras que los moradores, que solían ser personas de edad avanzada, estaban durmiendo en el interior. La investigación también reveló que el detenido había marcado, durante el inicio de las fiestas, algo más de cien viviendas en la zona de Triana. Domicilios a los que volvería para comprobar si dichas marcas habían sido rotas o continuaban intactas, para cometer nuevos robos con fuerza, que han sido evitados por la rápida actuación policial.
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