Las estaciones de tren de las rutas entre Madrid y Andalucía son un caos desde primera hora de la mañana de este lunes. La razón, el sabotaje que ha sufrido la vía, con unos robos de cables por un valor muy pequeño en cuatro puntos de un radio de 10 kilómetros en la provincia de Toledo.
Y eso, desde la tarde noche del domingo y este lunes siguiente ha generado un enorme caos, que se suma al que sufrieron los pasajeros hace una semana, en el gran apagón.
Manuel, de Morón de la Frontera, ha hecho 'doblete'. Este lunes, en la estación de Santa Justa, contemplaba mientras charlaba con lavozdelsur.es cómo su tren era actualizado en hora de salida. Es el de las 10.20 horas, originalmente. Pero si al empezar la entrevista estaba previsto para las 12.00, al acabarla será para las 12.30 horas. "Vaya...".
El gran apagón le pilló "en el mismo tren". En aquella ocasión, cuando cruzaba cerca de un pueblo, Yeles, en la susodicha Toledo. Era la una menos cuarto cuando se quedaron parados, sin saber por qué, como no lo sabía nadie en España entonces. "Estuvimos cinco horas allí, nos abrieron las puertas para ventilar, pero no podíamos bajarnos porque estaba la paltaforma a mucha altura".
Al final, el Ayuntamiento se movilizó y sobre las seis de la tarde pusieron autobuses y les ayudaron a bajar. Les pusieron un polideportivo. Agua tenía, comida no. Un grupo salió a la carretera y comenzaron a hacer autoestop, como en las películas. "Llegamos a Madrid, aunque a 12 o 13 kilómetros del hotel".
Manuel viaja por trabajo. Es profesor, y suele irse el lunes para volver los jueves o viernes, dependiendo. Está así desde enero. Al salir de casa, en Morón, ya sabía que le esperaba lío. "Hoy espero al menos comer, hace una semana no lo hice".
Entiende que ambas cuestiones se escapan a lo habitual, que son dos situaciones extraordinarias, pero su confianza ahora mismo hacia Renfe "es baja, entiendo que son cosas que pueden pasar, pero creo que debería establecerse algún mecanismo para no perjudicar tanto". En su trabajo son comprensivos y espera no tener que hacer horas extraordinarias para recuperarlas.
Un viajero con más margen
Néstor, en cambio, también en Santa Justa, tiene el mismo tren, pero su trayecto es puntual, un viaje que tenía que hacer a Madrid. "Nadie se ha acercado a explicarnos nada, ni yo he ido a preguntar. Cuando he llegado, he visto mucha gente, pero los primeros de por la mañana ya han empezado a marcharse".
Por el momento, nota el retraso pero la cosa está algo más calmada a eso de las 11.30 horas. le tocará esperar. "Pero me puedo organizar bien". No llega, en principio, tarde a ninguna cita, ni para coger un vuelo... Perderá horas, necesitará paciencia, porque parece que el servicio no se restablecerá al 100% hasta llegada la noche.
La razón es que, por más que se quiera, al ponerse en marcha el servicio, primero hay que esperar a que hagan el trayecto de ida y vuelta los primeros trenes de la mañana que estaban previstos. Algo similar a lo que ocurrió el día del apagón. Dos lunes similares, por razones diferentes, en Santa Justa.
