El que dice que en Andalucía no hay protestas y manifestaciones por cuestiones sociales y laborales es muy posible que sólo se guíe por prejuicios. Si en Cádiz los trabajadores del metal acumulan una semana de huelga por un convenio que consideran insuficientes, este viernes ha comenzado en Sevilla la huelga del servicio de limpieza del Hospital Virgen del Rocío después de varios meses intentando negociar un convenio con la empresa adjudicataria, Serveo Servicios. Tras muchos intentos por parte de las trabajadoras de acercar posturas, esta semana han dicho basta y han decidido parar hasta que la empresa ofrezca algo digno para ellas.
Fuentes del comité de empresa trasladan a lavozdelsur.es que la negociación empezó en octubre. Sin embargo, las trabajadoras denuncian "mala fe". "Empezaron diciendo que estábamos haciendo asambleas que eran ilegales y metiéndole miedo a los trabajadores para que no fueran".
La situación tuvo el primer punto de inflexión en febrero, cuando las trabajadoras hicieron una manifestación en el Hospital y llevaron el caso al Parlamento de Andalucía a través de Adelante. Sin embargo, a pesar del compromiso de la consejera de Salud, casi nada ha cambiado varios meses después. Las únicas modificaciones han tenido que ver con la plantilla: ocho trabajadores han sido despedidos, según el comité de empresa.
Dolores lleva 30 años en la empresa y es una de las negociadoras. Esta empleada cuenta que en el mes de mayo hubo un acercamiento con la empresa, una propuesta que se acercaba a las reivindicaciones. Sin embargo, tras encaminar el acuerdo, Serveo les trasladó que había sido un error de cálculo y que no podía ofrecer esas cantidades. "Nos sentimos engañadas y lo único que nos ha quedado ha sido la huelga", narra a este medio.
La plantilla pide mejoras salariales, más personal, la readmisión de los compañeros y mejoras en todo el material de trabajo. Actualmente, las trabajadoras del Virgen del Rocío denuncian que son las peores pagadas de los hospitales andaluces a pesar de hacer el mismo trabajo que se hace en otros centros e, incluso, con mayores riesgos debido a la gran cantidad de servicios que ofrece este complejo hospitalario.
"La situación es precaria, los sueldos están congelados. Un hospital de referencia es el que menos cobra de la empresa con mucha diferencia. El convenio es grotesco". Esmeralda ha acudido este viernes a la manifestación tras ocho años como trabajadora fija de la empresa, aunque con contratos desde hace 30 cubriendo veranos y baja. Tiene claro que "vamos a llegar hasta el final, hasta donde haya que llegar". Esta empleada denuncia que "entraos en quirófanos, zonas de UCI, durante el covid, en aislamientos... Somos una parte fundamental en toda esta cadena para que siga funcionando y no se nos valora ni se nos paga".
"Cada año es peor"
Olga tiene una situación similar. Lleva diez años fija, aunque enlaza contratos desde hace 25. Tiene claro que "cada año es peor: menos gente y más carga de trabajo", una combinación que provoca que "no se trabaje en condiciones". Esta empleada asegura que el hospital no está limpio "por culpa de la empresa y de la Junta, no hay material ni personal suficiente. Algunas zonas son insalubres, pero hacen oídos sordos". El día a día que viven estas trabajadoras hace que muchas estén "echas polvo" con dolores de espalda o brazo.
"Nos echamos encima la sobrecarga de trabajo porque nos da pena que los enfermos entren en habitaciones y quirófanos que no están en condiciones". Olga insiste en que van a llegar hasta donde haga falta. "Nos merecemos cobrar lo mismo que en otros hospitales. No pedimos más, pedimos igualarnos a ellos".
En las últimas horas se han producido nuevas reuniones. La plantilla espera que tras la licitación de 126 millones de euros la empresa mejore la oferta del convenio. "Cuando yo entré en 1996 había más de 600 trabajadores", explica Dolores, quien comparte ahora empresa con apenas 400. "Con los años se ha ido recortando y ha ido creciendo el hospital y aumentando los servicios", cuenta.